Vaya por delante que me gusta el fútbol a rabiar, lo he practicado y he sido entrenador bastantes años de mi vida, siempre en escalafones de base:
Disfruté del final de la Copa de Europa, del tremendo espectáculo visual que se nos ofreció, con toda clase de lujos y boatos. Pero de lo que vi, hubo cosas, detalles que me dejaron confuso y molesto. Sí, el fútbol es fútbol y cuando se mezclan intereses, la política y la manipulación aquello deja de ser deporte y se convierte en circo.
A mí me extraño mucho, ver tanto al presidente como al rey en representación institucional, ya que en el campo había dos equipos españoles sí, pero en sus filas muy poquitos jugadores españoles, ambos equipos son más bien una legión de mercenarios, comprados con cantidades de dinero indecentes, que para nada contribuyen socialmente, ni con sus impuestos, ni como ejemplo de nada.
Los dos entrenadores y sus equipos, uno argentino y otro francés, en el Madrid nunca hubo en el campo más de tres jugadores españoles y en el Atleti otro tanto de lo mismo.
Cuando le preguntaban tanto al rey como al presidente, ellos decían sacando pecho que el éxito deportivo de estos y otros equipo, era el síntoma de lo bien que va España…
Recuerdo que me gusta el fútbol y todos los deporte, pero me gustan cuando se juega de una manera noble, limpia y no manipulada por intereses bastardos, sigo con interés los escalafones de bases, donde ya se comienzan a ver como los equipos poderosos económicamente compran cual mercancía a niños, los traen de sus países, los arrancan de sus familias con falsas promesas, los traen a sus canteras y como la mayoría de las veces la aventura termina mal, juguetes rotos, sueños perdidos.
Yo concibo el fútbol, el deporte en sí, como una escuela de valores, donde se comienza defendiendo noblemente a tu barrio, tu pueblo, tu región, tu país, pero veo con pena y resignación, como lo que se les mete ya desde niños es ganar y ganar como sea, para la fama y el dinero. ¡Qué pena de deporte!
Señor presidente, señor jefe del Estado, humildemente les recomiendo y encarecidamente les pido que se preocupen ustedes de ese 60 % de paro juvenil, de esa tragedia que es el abandono de la dependencia y los millones de personas excluidas económicamente, esa sí es vuestra responsabilidad y no ir a la foto gratis y a los baños de multitud.