Por primera vez el Cristo lució en su paso como lo hizo en el Vía Crucis de 2009
Con corona de espinas, potencias, una capa estampada a modo de túnica y un cetro se presentó el pasado Lunes Santo Jesús a su pueblo desde el misterio de la Hermandad de la Santa Cruz. Era la primera vez que el Cristo lucía este atuendo en Semana Santa, aunque ya lo hizo durante el Vía Crucis del Consejo del año 2009.
Fiel a los evangelios y sin dejar indiferente a nadie, el Señor cumplió una nueva estación de penitencia en la que se recuperó su paso por la feligresía de San Sebastián y Real Utrera. Un recorrido algo más largo y que despertó mucha expectación entre la Dos Hermanas cofrade, con la concentración de mucho público por esta zona, sobre todo en calles de pequeñas dimensiones, como Goyeneta o San Sebastián, en las que las grandes medidas de los dos pasos dejaron momentos para el recuerdo.
Y tras sus pasos, la Virgen, en su Amor y Sacrificio, alumbrando con su candelería, a los enfermos de cáncer y a los ‘ángeles’ del Síndrome de Angelman, cuyos lemas figuraban en sus velas. Además, en su presentación a la capilla de Santa Ana, la levantá del misterio estuvo dedicada a la Asociación Española contra el Cáncer.
Allí se vivió otro de los momentos de la jornada y de la Semana Santa, cuando la cofradía discurrió junto a la recién estrenada Torre del Olivar y la nueva plaza urbanizada en su entorno.
Sin lugar a dudas, ha sido un nuevo Lunes Santo para el recuerdo, sobre todo para Juan José Rodríguez Rubio, quien vivió su última estación de penitencia como hermano mayor. Juan le quiere agradecer al “pueblo de Dos Hermanas” por las estaciones de penitencia vividas.