Hoy el tiempo va a pararse.
Desmóntense, en este día
de galope-algarabía,
cualquier retazo de mal,
que es hoy cuando soñamos
a ser quienes impregnamos
de sol al paso real.
Miles de soles pequeños
-sin que importen sus edades-
posando en Sus Majestades
cada brizna de ilusión;
cada mención deseada;
cada oración musitada
entre golpes de tambor.
Y la cabalgata pasa;
y los niños se amontonan;
y, en mi esencia, se acantonan
los deseos de vivir
lejos de contradicciones
vistiéndose en tradiciones
mi alma con su elixir.
Hoy decido no escapar.
Muy quedo musito el credo
atrapando el caramelo
de inocencias en fragancias,
pues, a más de los fracasos,
cierto en la vida es el paso
y el valor de las infancias.



























