El Besamano volvió a congregar a multitud de fieles en las vísperas de la romería
Las jornadas que precedieron a la Romería de Valme estuvieron caracterizadas por un ritmo frenético y una gran participación de la ciudadanía de Dos Hermanas.
El pasado viernes terminaron su implicación en los actos previos a Valme los colegios y centros de enseñanza de la ciudad. Por la mañana tuvo lugar la ofrenda oficial de los colegios nazarenos en un multitudinario acto que culminó, como ya es toda una tradición desde hace ocho años, con la ofrenda de los Nazarines de Valme. Los niños del Carlos I danzaron ante Valme en una abarrotada parroquia de Santa María Magdalena.
Esa tarde, uniendo juventud y tradición, los mayores de la ciudad rindieron su particular homenaje a Valme.
Jornada crucial
Pero, sin lugar a dudas, una de las jornadas cruciales previas a la romería, es la de la víspera, el sábado, cuando el pueblo se acerca a la parroquia para postrarse ante las plantas de Valme en su tradicional Besamano. La Virgen quedó expuesta tanto por la mañana como por la tarde ante un reguero insesante de devotos que pasaron por delante de la Protectora.
Un río humano que sólo quedó interrumpido para celebrar la tradicional ofrenda floral de los carreteros y, posteriormente, de la juventud cofrade de Dos Hermanas.