La Rociera cierra la temporada cayendo por 4-0 ante el Huévar
Injusto cierre de campaña para la PD Rociera. El equipo presidido por Emilio López cerró la temporada 2009/2010, en la que rubricó su ascenso a Primera Andaluza, con una abultada derrota por 4-0 ante el Huévar, cuarto de la tabla.
Posiblemente haya sido el peor resultado de los nazarenos, dato que no quita ni un ápice de mérito a la gesta de este humilde equipo, en donde sus jugadores, que no reciben ni un sólo euro por jugar, pasarán la próximo campaña a medirse a equipos de enjundia y nivel de la región.
En lo referente al encuentro, la Rociera ofreció una buena primera mitad. El conjunto dirigido por López Hidalgo supo controlar al Huévar, que no protagonizó acción de peligro alguno para el portero Álex.
Por su parte, el conjunto nazareno contó en este periodo con hasta tres ocasiones claras para poder marcar gol. Lillo fue el protagonista de este tiempo, ya que se quedó en dos ocasiones sólo ante el meta hervense Kike. En la tercera también estuvo presente la mano de este jugador, ya que le ofreció un certero pase a Miguel, quien, finalmente, no consiguió rematar el esférico.
El rumbo del partido cambió de manera ostensible en el segundo tiempo. El primer cambio vino con la sustitución del meta nazareno Álex por Manolín.
Tras eso, en el minuto 50 el Huévar CF inauguró el marcador por mediación de Cava aprovechando un fallo de concentración del guardameta de Dos Hermanas. La Rociera se fue arriba pero la entrega no dio su esperado resultado. En un fallo defensivo, en el 72, llegó el segundo de los locales. Lo marca Suker. Ocho minutos después, pese a los cambios en el plantel rociero, sube al marcador el tercero de los hervenses. Saul bate a un Manolín que parecía haberse convertido en estatua. Ya con el partido encarrilado, llegó el 4-0 definitivo, obra de Chuli.
Pese a todo, la Rociera ya sólo debe pensar en su próxima temporada. El día 17 el club celebrará su entrega de premios y, posteriormente, plantilla y directiva realizarán un viaje para festejar el ascenso.
