Fugadas engancha a un público, que no paró de reir en hora y media
Una historia bonita, de amistad, de amor, de aventura y de risa son los calificativos que definen a la perfección a la obra de teatro Fugadas, que la compañía Pentación presentó el pasado fin de semana en el teatro municipal nazareno con un éxito apabullante de público.
No cabía un alfiler en el patio de butacas en ninguna de las dos funciones programadas. Había expectación por ver en la ciudad y sobre las tablas del municipal a la actriz María Galiana, que volvía a la ciudad para otros menesteres (no olvidemos que María fue profesora del IES Virgen de Valme), acompañada, para la ocasión, por Berta Ojea, una de las grandes sorpresas de la obra.
Dos mujeres adultas, una más que otra, se encuentran en una carretera con un mismo fin: encontrar un coche que las aleje de su vida actual. Este es el inicio de Fugadas, o lo que es lo mismo de la historia de Carmen y Marga, una road-comedia con la que el público no dejó de reir en toda la función.
De Fugadas destaca sus hilarantes diálogos y sus surrealistas situaciones. Pero sobre todo, brilló con luz propia una excelente interpretación coral, el dinamismo del montaje, su ecléctica y moderna puesta en escena, así como una selección musical entre escenas que pusieron el resto a una animada velada.