Cantante
{xtypo_quote}Vivir para cantarlo es mi historia musical y la de todas las personas que viven en España{/xtypo_quote}
El próximo sábado, día 10, el teatro municipal acoge a las 21:30 horas el recital Vivir para cantarlo que el conocido cantautor Víctor Manuel está presentando por la geografía española desde febrero de 2009. Las entradas, al precio de 12 euros, se ponen hoy a la venta en la taquilla del teatro municipal, de 9:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00 horas. Todo un recorrido por la historia musical de este gran músico asturiano.
El sábado presenta en Dos Hermanas Vivir para cantarlo.¿Qué se va a encontrar el público que se acerque al teatro municipal para escucharlo?
Lo que se va a encontrar es un formato de concierto que no ha visto nunca antes. En este recital, más que el título, Vivir para cantarlo, es más importante el subtítulo, Biografía de las canciones, ya que lo que hago es contar la historia de las canciones que he cantado. Mi historia musical y la de las personas que viven en este país. Dos horas y veinticinco minutos de concierto que al público se les hace cortas.
¿Una elección difícil o tenía claro las canciones que debían estar y las que, bajo ningún concepto, incluiría en esta biografía de las canciones?
En este recital, además de los grandes éxitos, de los que no se puede prescindir, hay canciones que se podrían cambiar del repertorio, un 70 por ciento, y el mensaje de Vivir para cantarlo sería el mismo; lo que cambiaría sería la explicación de las canciones. Es más, desde que iniciamos la gira hace año y medio hemos hecho algunos cambios porque surgen ideas nuevas y para no aburrirnos nosotros mismos.
En esa selección,¿se le tiene más cariño a esas canciones que se compusieron en una época en la que era más difícil componer por el acecho continuo de la censura?
Por esa época paso más de puntillas para no intentar agobiar al público con la época en la que nos tocó vivir. Pero incluyo temas que, por ejemplo, grabé y nunca había cantado en directo por la necesidad de explicar esa situación. Estoy hablando de 1973 a 1979, la parte más áspera del concierto por incluir los temas menos conocidos de mi trayectoria pero necesarios para entender esa época.
En Vivir para cantarlo ha apostado por una puesta en escena si artificios. ¿Cómo se presenta ante el público Víctor Manuel?
Cuando preparamos la gira con José Carlos Plaza le pedía que no hubiera ni cañones de luz ni vídeos, ya que eso ya lo había hecho. Sólo la palabra y la música, acompañado por un piano acústico y un juego de guitarras. Sólo una cruceta de luz en el fondo y en los laterales. El resto, la magia que engancha al público.
Desde que iniciara la gira en febrero de 2009,¿cómo está recibiendo el público este cancionero?
Muy bien, ya que cada vez tenemos más trabajo y estamos llenando todos los conciertos, hasta el punto de que hemos alargado la gira hasta diciembre de 2010. Es el concierto que tenía que hacer en este justo momento, pero, claro, esto no lo sabes hasta que no lo tienes en marcha.
Este recital coincide con un momento en el que se ha despertado una fiebre por los grandes éxitos de épocas pasadas ¿Es producto de la crisis que vive la industria musical actual?
La música radiofónica no vive su mejor momento, ya que es imposible escuchar novedades musicales atractivas. Antes coincidían en una emisora Camilo Sexto, Paco de Lucía, Miguel Bosé y Serrat, mientras que ahora sólo lo hace Miguel Bosé porque hay una falta de variedad. Menos mal que nos queda el refugio de Internet, Spotify o el Iphone.
¿Le preguntan mucho por Ana Belén?
Sí, son tantos años juntos que hasta en una ocasión, hace unos años, me crucé con unas niñas que salían del colegio y dijeron “¡Anda, mira, Ana Belén!”. No me preguntaron por ella, sino que me confundieron.
Recientemente ha participado en el concierto Paz sin fronteras, organizado por Juanes en La Habana, y que no estuvo exento de polémicas. ¿Cómo recuerda esta experiencia?
Fue algo extraordinario, ya que desde 1984 no cantaba en Cuba. Fue una participación casual. Estaba en Bogotá, cuando me ofrecieron participar con Juanes y no me lo pensé. Un recital ante 500 mil personas, que disfrutaron de ver sobre el escenario a los artistas que más admiran.
Si echa la vista atrás, ¿cree que le ha beneficiado o perjudicado el ser un artista comprometido con la sociedad en la que le ha tocado vivir?
Los perjuicios son mayores que los beneficios, ya que en España se piensa que los artistas no pueden tener opinión. Como persona uno se posiciona donde quiere y aquí eso afecta mucho. Pero ya hace años que renuncié a gustarle a cierta gente y me siento libre y querido por otras.
¿Por qué cree que levanta tanto revuelo todo lo que tenga que ver con la Sociedad General de Autores, de cuya directiva ha formado parte?
De las operadoras de telefonía móvil no se habla porque pagan publicidad. Se habla de la impopularidad de la SGAE y no de la de estas compañías. La Sociedad General de Autores lo único que hace es cumplir la ley, le guste o no a los peluqueros o a los de Moros y Cristianos. Me llama la atención que no entienda que el salario de muchos autores es lo que paga la televisión, la radio o las fiestas mayores, ya que para muchos, y no hablo de Alejandro Sanz, este es su medio de vida.
¿Por qué ha abandonado la producción cinematográfica?
El cine es el que me ha abandonado a mí, ya que perdía mucho dinero y no me salían las cuentas. Producí 11 películas, algunas más comerciales, como las dos de Isabel Pantoja, y otras más alternativas, como Tirano Banderas, de Valle Inclán. Un mundo apasionante pero muy difícil.
Después de Vivir para cantarlo, ¿qué le gustaría hacer a Víctor Manuel?
Se han grabado dos conciertos en Madrid y quiero emitir un documental sobre Vivir para cantarlo antes del verano. También he escrito la música del documental Desconectados de Gómez Pereira y he empezado a ponerme a escribir para un nuevo espectáculo propio o con Ana Belén.
