Hisriquia, de la cuadra Tres y Medio se hace con el premio LS Arquitectos
Mejoró algo la climatología el pasado domingo y se recuperó la masiva afluencia de público en el hipódromo. La carrera más importante de la jornada fue el Gran Premio Memorial Javier Piñar Hafner, que cerró la mañana. Se corrió a la distancia de 2.100 metros y estaba reservado para potros y potrancas de tres años. Participaron nueve ejemplares y fue el potro francés Alhamar, con una estupenda monta del argentino J. E. Jarcovsky, perteneciente a la sevillana Cuadra Kebbir y bajo la preparación del entrenador local Manuel Álvarez, el que se impuso con galope potente en la línea de meta.
En la primera prueba de la mañana, el Premio Ministerio de Medio Ambiente, que se corrió a la distancia de 1.600 metros y era para caballos y yeguas de cuatro años en adelante nacidos y criados en España, se estrenó como ganador Baril, de la Cuadra Sicluna, preparado por J. L. Maroto y con la monta de José Luis Borrego.
Para potros y potrancas de tres años estaba reservada la segunda carrera del día, el Premio Hipódromos de Andalucía, también a 1.600 metros. Se lo adjudicó Zaleo, con la monta de J. E. Jarcovsky, preparación de Manuel Alvarez y perteneciente a la Cuadra Kebbir. Con esta victoria esta cuadra, jockey y preparador hicieron doblete.
En el Premio LS Arquitectos, para caballos y yeguas de cuatro años en adelante, a 1.800 metros de distancia, se produjo la sorpresa al vencer Hisriquia, caballo francés montado por Nieves García, bajo la preparación de Bárbara Valenti y perteneciente a la Cuadra Tres y Medio, uno de cuyos propietarios es el presentador de televisión Juan y Medio.
En la cuarta prueba, Gran Premio Turismo Andaluz, el vencedor fue el purasangre sueco Fly Me Far, con la monta de Jorge Horcajada, preparado por Ana M. García y de la Cuadra San Acacio.
El próximo domingo, tendrá lugar la última jornada de carreras de esta temporada de invierno. Se corren los premios Ministerio de Medio Ambiente, Díaz Cubero, Cementos Barrero, Cámara de Comercio y el Gran Premio de Andalucía, patrocinado por la Consejería de Turismo y Deportes.
Prolegómenos de la carrera hípica
CUALQUIER CARRERA envuelve en un importante ritual. Empieza con la limpieza y el cepillado de los caballos para que la presentación en el paddock sea la mejor posible. Se les pasea durante un rato para que se estiren y relajen.
El preparador y sus mozos preparan definitivamente a los caballos para la carrera, colocándoles los arreos y la mantilla con el número y la silla de montar. Cuando ya están ‘vestidos’ pasan al paddock y allí son examinados por los aficionados, que se fijan en la brillantez del pelo, en los nervios, en sus movimientos, su alegría, en el sudor, en su forma de andar y en el estado de sus extremidades. Mientras, los preparadores y propietarios indican a los jockeys la estrategia que tienen que seguir en la carrera.
Es en el paddock donde los jinetes se suben a los caballos y terminan de preparar los estribos y las riendas. Luego salen a la pista y se acercan a los cajones de salida. Allí quedan bajo las órdenes del juez. Hay animales que se ponen nerviosos y plantean problemas para entrar a los cajones. Otros, en cambio, entran dócilmente.
Una vez están todos listos se abrirán los cajones, y a correr. Los aficionados gritan, aplauden y jalean, mientras los caballos y sus jinetes hacen el esfuerzo final para alcanzar la meta, a un ritmo sorprendente.
Después de la carrera el ganador es homenajeado, desfilando ante los aficionados, que ovacionan al campeón. Los jockeys se marchan al peso y a recuperarse y se procede a la entrega de los trofeos.
