La clínica aboga por indemnizarlo y el trabajador pide su readmisión
El pasado día 12 de marzo se produjo el acto de conciliación entre Francisco Mejías, celador de la clínica San Agustín despedido el pasado mes de enero por una supuesta “falta disciplinaria”, y la empresa en el SERCLA, Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía. En el mismo se afianzaron las posturas de ambas partes sin llegar a un acuerdo. El trabajador pide a la empresa su readmisión, mientras que la clínica está dispuesta a llegar a un acuerdo económico, sin que se produzca su vuelta al trabajo.
Ante esta situación y a la espera de que se produzca el juicio, el pasado jueves, Francisco Mejías, apoyado por CC.OO., retomó los actos de protesta, con una pegada de carteles y reparto de folletos informativos en la puerta de la clínica. El sindicato, a su vez, está preparando nuevas medidas de protesta.
Los hechos denunciados se remontan al mes de enero cuando Mejías, celador con 26 años de antigüedad en la empresa, fue despedido, según comenta el trabajador, “por negarse a seguir un cuadrante”, tal como argumenta la empresa. El celador se defiende asegurando que el cuadrante era ilegal “porque trabajaban más ahoras al año de las estipuladas, no se respetaba el descanso entre jornada y jornada y no venía sellado por la empresa para poder pasárselo al sindicato y comprobar que era legal”.
Persecución laboral
Tanto para Francisco Mejías, celador despedido, como para el sindicato al que representa, CC.OO., la falta disciplinaria no es más que “un falso argumento para castigarlo y advertir al resto de trabajadores sobre las consecuencias que puede tener reclamar sus derechos laborales”.