La originalidad de su estructura y la complejidad en la instalación ha retrasado su culminación
Desde el pasado fin de semana ya se puede contemplar la plaza de La Mina con la original estructura de toldos que Chamorro ha instalado en este céntrico enclave del casco antiguo. Basado en un diseño del arquitecto Ignacio Crespo, los toldos de esta plaza no son triangulares o rectangulares, como los de la calle Nuestra Señora de Valme o Antonia Díaz, sino con formas irregulares, polígonos de tres, cuatro o seis lados. Una estructura que no dejará indiferente a los viandantes y que algunos comparan con el toldeado de otras calles comerciales como Preciado o El Carmen en Madrid.
Compleja instalación
Debido a esta originalidad en el diseño, su instalación ha sido más compleja y lenta de lo previsto y de lo que se ha tardado en cubrir el resto de calles comerciales que entran dentro de este proyecto, Antonia Díaz y Santa Cruz (en esta segunda fase) y las calles Real, La Mina y San Sebastiá (en una primera). Los técnicos de Toldos Chamorro han invertido en su colocación prácticamente todo el mes de agosto.
300 mil euros Ha sido el presupuesto de instalación de la segunda fase del toldeado de la zona comercial en el centro. |
La instalación ha combinado trabajos de estructura metálica y cableado, así como albañilería, ya que se han tenido que excavar y hormigonar nueve pozos alrededor de la plaza de 1,30 metros de profundidad y 85 de diámetro, cubiertos con unas arquetas, en el que van colocados los mástiles, en los que se sujeta parte de la estructura. Estas arquetas se cerrarán al retirarse los mástiles.
Subvención de Comercio
Esta iniciativa ha contado con una subvención del 50 por ciento por parte de la Dirección General de Comercio de la Junta de Andalucía, dentro del apartado de urbanismo comercial.
Desde la Concejalía de Fomento, encargada del proyecto, no se descarta invertir estas subvenciones en otras actuaciones para años sucesivos, según las necesidades del comercio local.