Extranjeros y españoles disfrutan la experiencia positiva del intercambio cultural en Geranios
El intercambio cultural que cada año tiene lugar en el centro de estudios Geranios con alumnos americanos continúa dando frutos positivos, tanto para los chicos extranjeros como para los nazarenos, que tienen en esta visita una oportunidad para aprender inglés y conocer otras culturas, así como crear vínculos de amistad que perduren más allá de las pocas semanas de estancia en Dos Hermanas.
En esta ocasión, han sido 33 los chicos que han pasado por la escuela y que han convivido con familias de la ciudad mientras han aprendido español y conocido un poco más las costumbres españolas. Precisamente este ha sido el punto fuerte de la estancia de este año, ya que los alumnos americanos han contado con clases fuera de las aulas dos días a la semana, en las que han podido aprender, con el contacto directo con los nazarenos, mucho vocabulario así como distintos aspectos de la sociedad. Así, han pasado un día en el parque de la Alquería, otro en la pastelería San Rafael aprendiendo el proceso de elaboración de los helados, también en el mercadillo, en la biblioteca o conociendo de cerca la religiosidad a través de la capilla de Santa Ana o en Santa María Magdalena con la Virgen de Valme. De esta forma han podido comprender por qué el nombre de Dos Hermanas, entre otras cosas, y se han acercado a los ciudadanos, superando la barrera del acento, así como han podido romper la rutina de las clases diarias en el aula y han aprendido vocabulario viendo y tocando las situaciones reales.
La convivencia
Además del idioma, los alumnos procedentes de Norteamérica aprenden a convivir con sus familias de acogida, sobre todo con sus ‘hermanos españoles’, con quienes estrechan grandes lazos de amistad y cariño. Y este año más, ya que desde abril, unos y otros han estado manteniendo contacto a través del correo electrónico, por lo que al llegar a Dos Hermanas no se trataba de “el chico americano que viene a casa”, sino de un auténtico amigo. Por eso la directora del centro explica que la experiencia es muy positiva para los chicos españoles, que tienen también la oportunidad de conocer formas distintas de entender la vida, ya que los alumnos visitantes provienen de lugares tan distantes como Washington DC, California, Pennsylvania, Nueva York o Los Angeles.
La estancia
Durante su permanencia en Dos Hermanas, los estudiantes, la mayoría entre 15 y 17 años, acuden a clases de español por las mañanas, donde aprenden gramática, lengua y también cultura general. Por las tardes, las clases se hacen más amenas con actividades desconocidas para ellos como el flamenco, así como cocina o deportes. Los fines de semana, los chicos realizan salidas culturales, como las de este año a Granada, Tarifa, Arcos o Conil, para que conozcan la riqueza monumental y natural del entorno. A estas excursiones están invitados los ‘hermanos españoles’, por lo que los lazos entre ellos se estrechan mucho más.
Aunque son pocos los alumnos que repiten esta estancia en España, puesto que lo hacen coincidiendo con un cambio en su nivel de estudios y aprovechan para tener unas vacaciones largas en nuestro país, hay algunas curiosidades, como este año, en el que un chico que fue alumno hace diez años ha regresado como monitor. “Esta es la prueba de que la experiencia resulta muy positiva para todos”, explica la directora, que se encuentra muy satisfecha por esta iniciativa, que cada año es diferente y única, en la que es importante aprender, pero más importante aún es que se diviertan y estén en contacto con las personas.
Despedida triste
Tal es la amistad que se traba entre todos, que la despedida siempre es un momento triste. Los chicos se intercambian regalos, hay lágrimas e incluso algunas invitaciones para que los españoles vayan a los lugares de origen de los chicos americanos.