Vino a aquí, para quedarse…
aún así, soñó en volver
a encontrar su atardecer
norteafricano,
que al compás de la patera
hace tiempo adormeciera
su pasado.
Vino aquí, para quedarse…
pero el calor de su casa
perfumaba la carcasa
de su día,
y trabajando, la vuelta,
más cercana y más resuelta
la sentía.
Vino aquí, para quedarse…
el resuelto encofrador
le restaba su valor
a la conciencia,
de que creer en tu suerte
juega a veces con la muerte
en su querencia.
Y pasó que el que viniera
para marcar su futuro,
se desprendió de un mal muro
apuntalado,
y hoy sus huellas emigrantes
son los sueños que se esparcen
enterrados…
A todos aquellos que trabajan por la conciencia de la prevención
con otras lenguas y a otros orígenes…
con otras lenguas y a otros orígenes…