Hoy le dedico mi glosa
al escolar, en su día…
La dedico a la osadía
que en tiempos del pelotazo
supone darle un abrazo
a libros, aulas, tutores,
exámenes, sinsabores,
sacrificio, abnegación,
disciplina y asunción
del luchar por aprender
y encajar que tu camino
lleva dureza, por sino,
y por destino, saber.
Pero este sacrificio largo,
tan lleno de negaciones
que no reporta millones
ni fama en papel couché,
te permitirá entender
que con cultura y verdad
se cimientan los pilares
en que plantar ideales
con criterio y libertad.
De forma que, amigo mío,
sigue estudiando, confía,
no dejes que la jauría
de camellos asquerosos,
ignorantes, envidiosos,
chapuzas y charlatanes
te entorpezca en la tarea:
más hará, uno que lea,
que un montón de orangutanes…