El taller ha restaurado y pintado la fachada de la A.VV. Miguel Hernández en El Chaparral
Desde hace cuatro años los alumnos del proyecto La Esperanza, un plan de acción formativa continua e integral para jóvenes de la zona sur, puesto en marcha por la oficina municipal y su coordinadora Mercedes Cordero, está poniendo en práctica los conocimientos adquiridos en su formación con trabajos de mejora de las barriadas de la zona.
Recientemente, han concluido unos trabajos de reforma en la A.VV. Hernández, en la barriada de El Chaparral. Durante 15 días, un grupo de 17 alumnos, de 16 a 18 años, han restaurado su fachada con trabajos de albañilería, repasando el gotelé y tapando las grietas, así como de pintura. Además también se ha dado pintura de caucho al techo del almacén que la citada asociación tiene en la mism a plaza de Las Acacias.
Los resultados de esta iniciativa se están empezando a notar, ya que previamente a su colaboración con El Chaparral, los alumnos ya trabajaron en los bajos de los 12 bloques de las calles Botijas, Aceituna, Torre de Doña María y Arenoso, de la barriada de Los Montecillos.
Entre los proyectos más inmediatos que deben afrontar estos jóvenes destaca la pintura del cerramiento del IES Gonzalo Nazareno, terminar con los trabajos de pintura de los bajos de la calle Botijas, así como limpiar los edificios de ladrillos rojos de la citada vía. Los compromisos se cierran, por ahora, con unos trabajos de albañilería y pintura previstos en la parroquia de El Divino Salvador.
Todas esta actuaciones, según comenta Mercedes Cordero, son solicitadas por los propios vecinos que reclaman las mejoras de algunas zonas de sus barriadas de titularidad pública.
Útiles a la sociedad
Para Cordero, cordinadora de la oficina municipal de la Zona Sur, el objetivo de estas acciones es que “ellos se sientan útiles con la comunidad y se ilusionen con el aprendizaje que están llevando a cabo”. Además, su trabajo, apunta Mercedes, “está siendo muy valorado y respetado por aquellas personas que normalmente realizan actos vandálicos en el mobiliario urbano”.
Desde su puesta en marcha hace cinco años, el Proyecto La Esperanza se ha tomado como un proceso de aprendizaje sin límites temporales. Son las necesidades impuestas por las pautas de comportamiento de cada alumno las que determinan su periodo de formación. En esta línea, el paso de algunos por el programa es más corto, por su rápida inserción en empresas locales, mientras que otros necesitan más tiempo.
Exposición de los trabajos del Cafelito con Arte
Además del Proyecto La Esperanza son varios los programas formativos implantados en la zona. Uno de ellos es el Cafelito con Arte, un taller de artesanía para mujeres, con el fin de que creen productos que posteriormente puedan utilizar para comercializarlos y mejorar su economía. Para dar a conocer estos trabajos, del día 7 al 20 de junio la A.VV. Miguel Hernández, dentro de los actos previstos para su Semana Cultural, ha previsto una exposición con peinetas, pendientes, tocados, pinturas y todo lo que han aprendido.
Este taller tendrá su continuidad con un nuevo grupo, una vez que pasen las vacaciones de verano.
En cuanto al proyecto Per Sira, otro de los programas estrella y ya veteranos de la oficina de la Zona Sur, dedicado a la formación de mujeres de etnia gitana, está previsto que finalice en el mes de junio. En julio, según ha adelantado Mercedes Cordero, se abrirá un nuevo periodo de inscripción, para dar continuidad en el mes de agosto a esta iniciativa que se desarrolla en el CEIP Ibarburu.