Sanidad, educación, inserción laboral y seguridad están entre sus principales preocupaciones
La Plataforma Dos Hermanas Sur va a proponer al Ayuntamiento de Dos Hermanas la puesta en marcha de un foro de diálogo en el que se aborde los diversos problemas que aquejan a las barriadas de la zona. Dicho foro se reuniría en varias mesas de análisis y propuestas aglutinadas por vecinos, autoridades y responsables de los servicios sanitarios y educativos. Sus centros de interés, según los integrantes de la plataforma, deberían ser la infancia, la juventud, la familia y la tercera edad. Aunque consideran que este foro no sería la solución definitiva a los problemas, sí supondría un nuevo paso para conseguir un barrio “más justo y más humano”.
Los miembros de la plataforma son conscientes de los avances experimentados en la zona en los últimos cinco años, cambiando muy significativamente algunas de sus carencias más profundas. En este aspecto, además de los propios vecinos, primeros agentes del cambio que han evitado “toda dinámica de enfrentamiento o de marginación cultural”, han participado, según la plataforma vecinal, “ la Policía Nacional, los profesores de sus centros de enseñanza, el área de Bienestar Social, la coordinadora de la Zona Sur, Mercedes Cordero, y el equipo médico de Los Montecillos”. Todos han conseguido que “la dinámica de marginalidad se convierta en una de integración social”.
Sin embargo, los vecinos son partidarios de que “la transformación debe continuar para no correr el riesgo de poner en peligro todo lo hasta ahora hemos conseguido”. Por eso, una de las principales amenazas se da en materia sanitaria, ya que un estudio reciente ha revelado que en las zonas más desintegradas, según la plataforma, “un 31 por ciento de mujeres ha abortado voluntariamente y un 50 por ciento lo había hecho más de una vez; además de contar con un 54 por ciento de niños no vacunados”. El absentismo escolar y las dificultades educativas de algunos de sus centros son otras de sus preocupaciones, ya que “un niño no escolarizado hoy es una familia desintegrada en los próximos cincuenta años”; además del bajo nivel de estudio de los jóvenes. La inserción socio-laboral necesita de un esfuerzo, ya que “los contratos cíclicos del ayuntamiento se están convirtiendo para algunas familias en una medida asistencialista que no favorece la incorporación en el mercado laboral”.
Asimismo, los miembros de la plataforma no pueden dejar de lado la existencia de un número importante de infraviviendas en las que no se han intervenido, la necesidad de un centro de día para ancianos y discapacitados, así como las alteraciones cotidianas del orden público.