Mirada recta, paso tranquilo,
pulso y sentido, simple elegancia,
hacer presente con su prestancia
la vigilancia tras su sigilo;
continuo insomnio por nuestro sueño,
constante celo, continuidad,
esfuerzo y meta, sudor y empeño
latiendo el peso de la ciudad…
Así contemplo -siempre orgulloso-
el fin precioso con que se guía,
dejando huella de paso honroso
tras de su estrella, la policía.
Dedicado a la veintena de nuevos agentes de Policía Local de Dos Hermanas.