Digo esto porque directivos y entrenadores no tienen descanso, ya que están planificando la próxima temporada. Resumiendo la que ha terminado para casi todos (menos uno, el Ciudad de Dos Hermanas), hay que decir que en esta campaña se ha mezclado lo dulce con lo amargo. Se esperaba algo más en los clubes de la ciudad, pues en muchos de ellos no se han cumplido los objetivos.
El Dos Hermanas jugaba por el ascenso, pero no ha sido así. Sólo queda esperar a una carambola de alguna vacante, harto difícil. Final de temporada plagado de pleitos que van y vienen. Se debe pensar que algo no se ha hecho bien. Se ha fichado a un secretario técnico (ex entrenador del Pilas), y sigue Federico Gámez. Quiere decir esto que tenemos dos entrenadores. ¿Están claras las competencias de cada uno?
De la Rociera, posiblemente nadie se esperaba el ascenso, pero ha sido muy superior y lo consiguió con una gran plantilla. Mi felicitación para toda la familia. Señor presidente: piense en un entrenador para la temporada que viene. Usted tiene que estar al frente del club, que lo va a necesitar.
El Ciudad de Dos Hermanas, aunque pendiente de la segunda eliminatoria, ni que decir tiene que ha cumplido sus objetivos. Lo redondearía con el ascenso. Esperemos que así sea.
De los demás equipos nazarenos de Segunda provincial, peor imposible. Sólo se puede salvar el Fuente del Rey, al cual no se le puede pedir más. Fracaso estrepitoso del Consolación. Debe recapacitar su presidente, ya que se ha hecho muy mal, con posible agresión en la vuelta de la eliminatoria al árbitro. Ibarburu, desastroso. Se le debe exigir más por su historia. La UD Dos Hermanas más de los mismo. participar por participar no es bueno. El Montequinto, que como club lo tiene todo en sus manos, ha sido un desastre total en todos los aspectos.