Los fieles acompañaron a las procesiones de la Custodia el sábado y el domingo
La mañana del domingo aparecía nublada, lo cual no era óbice para que los fieles se acercaran a la Parroquia de Santa María Magdalena a contemplar la procesión del Corpus Christi, la exaltación del Sacramento de la Eucaristía.
Las calles por las que discurría la procesión aparecían cubiertas por una alfombra vegetal para adornar el paso de los fieles , la Divina Pastora y la Custodia. Tras la misa en la que se consagró la Sagrada forma, comenzó la procesión un poco antes de las 10:00 horas. Iniciaba el cortejo la Banda de Nuestra Señora de Valme, seguida de la Cruz Parroquial y las hermandades de Penitencia.
Les seguía el paso de la Divina Pastora, que este año lucía un monte restaurado, acompañado por la banda de Presentación al Pueblo. Tras ellos, los niños vestidos de Primera Comunión, algo nerviosos, rodeados por algunas madres que velaban por que todo fuera perfecto, las asociaciones y hermandades de Gloria, las hermandades Sacramentales y el Consejo de Hermandades y Cofradías. Cerrando la comitiva, antecedieron a la Custodia, la Adoración Nocturna y la Hermadad Sacramental.
Cuando la Custodia comenzó a asomarse por las puertas de Santa María Magdalena, el olor a incienso, que se encargaban de agitar los pequeños monaguillos, se hacía patente. Los fieles se agolpaban en la plaza de Los Jardines para verla salir. La banda de Santa Ana la recibió tocando el himno nacional.
Tras la Custodia, a la que casualmente acompañó un rayo de sol que se abrió paso entre las nubes, siguió la comitiva de fieles que procesionaron durante las dos horas aproximadas del recorrido. Finalizó de nuevo en la Parroquia de Santa María Magdalena, atravesando una Calle Real engalanada para la ocasión, con las macetas que algunos vecinos habían dispuesto en las puertas de sus casas y cinco altares: uno dedicado al niño Jesús colocado por un particular y otros cuatro por las hermandades del Rocío, el Santo Entierro, Santa Ana y la Obra de la Iglesia. También habían colocado altares la Hermandad de Valme, con la Inmaculada, la Borriquita, en la calle Melliza, y el Gran Poder en la esquina de Santa María Magdalena con Botica.
Otras procesiones
El domingo, la Hermandad Sacramental no fue la única que celebró la exaltación de la Eucaristía. La Hermandad de la Cena recorrió tras la misa de las 9:00 horas, las calles de su feligresía acompañada por los niños que habían recibido la Primera Comunión en la Parroquia del Amparo y por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Bondad, de Alcalá de Guadaíra.
La Parroquia de La Oliva, optó por hacer el recorrido del Corpus el sábado por la tarde. Después de la misa de las 19:30, presidida por el párroco Gregorio Sillero, el Santísimo fue llevado a la capilla de la Santa Cruz, desde donde comenzó el recorrido por las calles del barrio, acompañado por la banda de la Presentación al Pueblo.
La Hermandad del Cautivo también eligió el sábado por la tarde para sacar en procesión bajo palio a su recién estrenada Custodia, acompañada por las agrupaciones: Nuestra Señora de Valme y Santa Ana.
Celebración original
La Parroquia del Divino Salvador celebró el domingo, por segundo año consecutivo, un Corpus más especial, ya que su párroco, José Joaquín Castellón, aprovechó una fecha tan señalada para dar la primera comunión a tres niños en el colegio Ibarburu. Tras la misa celebrada en el patio del colegio, la procesión recorrió las calles Verdiales, Gordales y Real Utrera, con la custodia portada por el propio párroco.
Recién iniciados en la fe de Cristo
Es típico en las procesiones del Corpus ver a numerosos niños y niñas luciendo sus trajes de Primera Comunión. De esta forma, acompañan al Cuerpo de Cristo y anuncian que ya han sido preparados para recibirel Sacramento de la Eucaristía, recién iniciados en la fe de Cristo.
