FICHA TÉCNICA DEL VIAJE
Ubicación: P.N S.Subbética, Cabra; Córdoba.
Lugar de partida: Centro de visitantes Santa Rita, carretera A-340 km 57, Cabra-Priego de Córdoba.
Sendero-1: Dehesa de Vargas. Longitud: 2.300 m. Tiempo: 1:30 horas. Dificultad: Baja.
Sendero-2: Mirador de Cabrera. Longitud: 2.400 m. Tiempo: 1:30 h. Dificultad: Media.
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Nos situamos a solo 3 kilómetros de la localidad de Cabra, en donde el parque natural de las sierras Subbéticas se nos presentan como un espacio geológicamente distinto.
Esta sierras hace millones de años se encontraban sumergidas bajo un inmenso mar, pero la fuerza de la tierra provocaron la elevación de las sierras subbéticas que, con la retirada del agua, quedaron al descubierto gran cantidad de rocas calizas, formando un paisaje de lapiaces, lanchares y un gran polje.
Estamos ubicados en el centro de información de Santa Rita, en el km 57 de la carretera A-340. Desde aquí partiremos para subir al mirador de la Cabrera y la dehesa de Vargas
A una altitud de 800 metros empezamos la ruta. En el primer tramo el sendero es común para los dos itinerarios. Atravesando un bosque mediterráneo formado por encinas, cornicabras, majuelos y retamas. A nuestro paso van apareciendo paneles explicativos de la geología del lugar.
Justamente cuando el camino empieza a subir bruscamente nos dejamos en la parte izquierda, la senda que nos llevaría a la dehesa de Vargas. Nosotros iremos dirección al mirador de la Cabrera.
En un corto recorrido tendremos que salvar un desnivel de casi 300 metros. En algunos tramos la pendiente alcanza una buena inclinación.
Desde una gran balconada, situada en este hermoso mirador (1080 m.), las vistas de la sierra son espectaculares. Flanqueada por encinas, durillos y majuelos, y en frente la ermita de la Sierra, que como cumbre más alta, corona este bello enclave.
Por detrás, en unas pequeñas peñas, los buitres revolotean en grupos reducidos al acecho de alguna pieza.
Por encima de este mirador, otro pico abrupto nos tienta para subir. Sin pensarlo, cogemos una pequeña vereda por la que empezamos a subir. Sin camino marcado, buscamos la cima tras trepar por algunos roquedos y alguna que otra zarza.
Como siempre, la vista desde aquí impresiona más, gusta más.
Las rocas sueltas (lanchares) salpicadas por el lugar, no son impedimento para hacer una bajada tranquila hasta el mirador.
Ya en el desvío comentado anteriormente cogemos el sendero que nos adentrará en la dehesa de Vargas.
Este itinerario botánico se adentra en un gran bosque de humedal repleto de madreselvas, juncos, zarzales y la colorida peonía.
Los aromas y perfumes de algunas plantas hacen del lugar un paseo agradable.
Ya desde el centro de visitantes Santa Rita cogimos los coches para dirigirnos a la Ermita de la Sierra.
Situada a unos 10 km, y coronando el lugar, se sitúa en el conocido como picacho y a una altitud de 1217 m.
Este tramo de carretera, hasta llegar a dicha Ermita, se atraviesa el lapiaz de los lanchares.
Un espectacular paisaje kárstico, donde este fenómeno se produce tras el resultado de un proceso de disolución de rocas solubles.
El paisaje es como un conjunto de pequeñas acanaladuras o surcos estrechos separados por crestas y suelen estar en superficies con una cierta inclinación y ausentes de vegetación.
Ya arriba en la Ermita, ubicada en el picacho de Cabra, este fue uno de los primeros espacios protegidos, y declarado sitio de interés nacional en 1929, y es considerado el punto más céntrico de todo el territorio andaluz.
