Las saetas no faltaron en la entrada del Misterio y el Palio
Tras la decisión de la junta rectora de la Hermandad de La Cena de aplazar la salida por el mal tiempo, la cofradía salió a las 17:30 horas de la parroquia de Nuestra Señora del Amparo.
Aunque a la ida el público estuvo más desperdigado, a la vuelta el barrio se volcó con la hermandad y el recorrido tras la Carrera Oficial fue un hervidero.
Durante el discurrir de la estación de penitencia hubo varias levantás especiales en nombre de las Hermandades de Pasión y Vera-Cruz, que tuvieron que quedarse en sus templos por el mal tiempo. También hubo levantás dedicadas a los hermanos enfermos a las puertas de sus casas, así como una levantá en el palquillo de la Carrera Oficial por todos los hermanos difuntos en los cuatro años que la hermandad no ha podido procesionar. Precisamente el paso de Palio llevaba dos crespones negros también por este motivo.
La cofradía fue discurriendo con la seriedad y la dignidad necesarias para la estación de penitencia y la junta rectora destaca el buen hacer de la cuadrilla de costaleros, tanto en el Misterio como en el Palio, llevados por Pedro Sánchez Lara, junto con sus auxiliares.
Al Misterio se le tocaron durante todo el recorrido marchas clásicas como Saeta, Costalero, Virgen de las Angustias o Perdona a tu pueblo, que fueron las que sonaron en la presentación en la parroquia de Santa María Magdalena. Por su parte, en el Palio pudieron escucharse marchas como Sagrada Cena Nazarena, del compositor nazareno Fulgencio Morón, Callejuela de la O y Encarnación Coronada, que en la entrada su unió en una sola chicotá a Pasan los Campanilleros, para deleite del público.
No faltaron tampoco las saetas durante toda la procesión de la cofradía, aunque destacaron las que se le cantaron en su propio barrio tanto al Palio como al Misterio. El barrio por fin vuelve a tener a su hermandad en la calle después de cuatro años, gracias al apoyo de los hermanos y de otras muchas hermandades que se han volcado con La Cena.