Los cursos de prevención se contratan en poca medida

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    prevenciónTras cinco muertes, sigue existiendo poca concienciación preventiva

    La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales tiene por objeto “promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo”, según consta en su artículo primero.

    Se considera prevención “el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo” y como riesgo laboral “la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. Para calificar un riesgo, según su gravedad, se valorarán conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y su severidad”.
    Blas Fuentes Ceballos y Juan Antonio Valverde Cumbres trabajan como técnicos en prevención de riesgos laborales en la empresa Prelab Consulting, S.L. en Dos Hermanas.

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    prevenciónPara Blas “actualmente todo lo de la prevención está muy en boga, sobre todo porque la inspección del trabajo se ha preocupado por estos temas en los últimos años. Aunque todavía hay muchas empresas que no están concienciadas”.

    En Dos Hermanas los empresarios contratan estos servicios, aunque todavía en poca medida “algunos sólo por quitarse la multa de la inspección y no ven que la prevención es una inversión y no un gasto innecesario, puesto que se gana en seguridad”, comenta Juan Antonio. A pesar de que pueda parecer una ley reciente, aún hay muchos empesarios que ni siquiera la conocen, según los técnicos en prevención. “Sin embargo, el empresario está totalmente obligado a estar enterado y llevar a cabo las medidas preventivas, aunque en la mayor parte de los casos el trabajador tampoco lo exige”.

    Cursos previos a un trabajo
    Para los técnicos en prevención es fundamental que los cursos de formación se den antes de que el trabajador sea contratado y que reciba una formación específica para su puesto de trabajo, así como un reconocimiento médico, en caso de que sea necesario, para que la relación laboral comience bien.

    Es más, la ley reza: “el empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva, tanto en el momento de su contratación, cualquiera que sea la modalidad o duración de ésta, como cuando se produzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo”.

    Construcción y servicios son los sectores laborales con un mayor indice de siniestralidad 

    Si hay un sector que se lleva la palma a la hora de hablar de siniestralidad laboral ése es el de servicios, por su número tan elevado de trabajadores, aunque a la hora de realizar cálculos más proporcionales es la construcción la que copa los primeros puestos de las estadísticas. En el año 2006 murieron en el sector servicios 22 personas, 10 en el ámbito de la construcción, cinco en industria y ninguna víctima mortal en la agricultura. Un total de 37 trabajadores, un 13,95 por ciento menos que en 2005, donde las cifras alcanzaban los 43 fallecidos.

    Para evitar esto, es imprescindible que los empresarios contraten para sus trabajadores los cursos de prevención de riesgos laborales. Una vez que se ha optado por ello, un técnico visita la empresa y mantiene una reunión con el empresario, con los encargados de las distintas áreas y con los delegados sindicales o de prevención, si los hay.

    Después se realiza una toma inicial de datos, que suele basarse en el número de trabajadores, las infraestructuras e instalaciones, la distribución del trabajo y las distintas tareas que realizan los empleados. “El siguiente paso es comprobar las deficiencias que pueden existir en las máquinas y en los procedimientos de trabajo”, explica Blas Fuentes. “Tras esta toma de datos se realiza una evalución inicial de riesgos y es entonces cuando se proponen las medidas preventivas según las deficiencias comprobadas”.

    Entonces se realiza la planificación de la actividad preventiva; se sugieren las medidas que se deben tomar y se da un plazo al empresario para que las cumpla. “Ahí no termina nuestro trabajo”, afirma Blas. “Porque seguimos haciendo visitas periódicas para comprobar si las medidas preventivas se han llevado a cabo.

    Hay quien piensa que debe contratar un servicio de estas características para que la inspección lo deje en paz, pero hace falta concienciación en el empresario, en beneficio de sus trabajadores y de él mismo. Por lo que  la prevención no es algo de un día, sino una tarea continua y completa, para que disminuya de verdad la siniestralidad, que es nuestro objetivo último”.

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