Isidoro Junguito exalta el valor de la estación de penitencia en la Madrugá del Viernes Santo

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    gran poderEl coro de campanilleros de la hermandad fue el encargado de poner el toque navideño y musical al acto

    El coro de campanilleros de la hermandad dio comienzo, con sus cánticos, a la XIX Exaltación de la Juventud a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.  

    En su presentación del pregonero, José Miguel García Asencio, mayordomo primero de la Hermandad y amigo de Isidoro Junguito Carrión, hizo una semblanza de éste desde su infancia en la calle Alcoba hasta su puesto actual como militar en San Fernando.

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    Principio y fin
    En su pregón, Isidoro Junguito Carrión comenzó con la imagen del momento de la entrada del Gran Poder en su capilla, “gracias a los costaleros, los más esforzados seguidores de María, arropados por los nazarenos, que llevan el corazón colmado por haber acompañado a los titulares de su Hermandad”.
    Desde ese momento, que cierra un ciclo, todo vuelve a comenzar e Isidoro Junguito enumera las estaciones del año, cada una con sus singulares aspectos, pero siempre esperando a que llegue de nuevo el instante de la estación de penitencia junto al Gran Poder, principio y fin del año cofrade para el pregonero. “Llega entonces el mes de María, con la feria, donde la caseta se vuelve lugar de confraternidad y hermandad, y el Rocío, donde acuden muchos hermanos del Gran Poder”. Rociero de pro, Isidoro Junguito habló con emoción del camino, del que tiene muchos recuerdos y emociones guardados.
    Del Rocío al Corpus Christi, “relegado injustamente a la insignificancia, en la mañana de un domingo, cuando debe ser uno de los tres jueves que relucen más que el sol”, dijo el exaltador.
    De ahí, al verano, a la festividad de la Patrona, “también olvidada de manera injusta, a quien los hermanos del Gran Poder acompañan siempre como la madre de María”. Y, cómo no, tuvo unas hermosas palabras para el día de la celebración del día de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, “ejemplo de lealtad y fidelidad, paradigma de virtudes, que enamora en cualquiera de sus advocaciones”.

    Juventud, cantera de cofrades
    En su referencia a la juventud de la hermandad, Isidoro Junguito la definió como “cantera de cofrades”. A pesar de ser una época de contradicciones e incertidumbres es “un filón de personas íntegras, que gobernarán el timón de la cofradía en los años venideros. Para eso hay que formarlos, atraigamos a la juventud a la Hermandad y también a la iglesia; guiémosles pero sin dejar de lado su personalidad”.
    Después del verano, Isidoro recorrió el otoño nazareno, centrando su atención en la Virgen de Valme, como referente en una romería en la que “hermanos y amigos se reúnen en torno a su devoción común, en armonía y fraternidad”.
    Tras este paréntesis otoñal, llega la Navidad en la vida de cualquier cofrade: “tiempo de estar en familia y de fomentar el espíritu familiar de la hermandad. La familia es el núcleo de unión en la fe cristiana y la Hermandad se encarga de fomentarlo”, comentó Junguito Carrión.
    “También es tiempo de oración y de acordarse de los que ya no están. Justo sería recordar ahora a dos personas muy importantes en esta Hermandad: Armando Cotán y Curro Salguero, que Dios los tenga en su gloria”, prosiguió el pregonero.
    Y de nuevo llega el tiempo de Cuaresma, con los prepartivos de la estación de penitencia: “llegan el Quinario, la mudá, el reparto de papeletas y la pronta venida de la Madrugá inquietan a los cofrades como a un niño la venida de la noche de Reyes”.
    De nuevo la estación de penitencia, en la noche del Viernes Santo, “cuando los pasos se convierten en altares y sólo hombres de elevado espiritu pueden soportar tan pesada carga, aunque no pesa porque aman a su Cristo profundísimamente”. Con la formación de los tramos de nazarenos y el murmullo acompasado de las oraciones dentro de la capilla, terminó una exaltación de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder llena de recuerdos y cerrándo un ciclo vital donde la estación de penitencia es principio y fin.

    Celebración de la Epifanía
    La Hermandad del Gran Poder ha celebrado esta exaltación de la Juventud, como cada año, cercana a la Epifanía del Señor. Festividad que se celebrará el próximo día 6 de enero en la capilla del Gran Poder con un acto de adoración al Santísimo Sacramento, que terminará con la bendición de su Divina Majestad y Reserva.
    Este acto se celebrará el próximo sábado, día 6, festividad de la Epifanía a partir de  las 19:30 horas.

     

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