El avance del hombre se consigue
a través de su técnica y su ciencia
más exacta y servil a la experiencia,
de vernos superiores, dueños, amos
del entorno natural, y el ser humano,
encargado y señor de su regencia…
Pero a veces la cosa se complica,
y al invento se cambia y modifica
para hacer justamente lo contrario
de aquello que gestara su inventor:
es caso del radar interceptor
y que ahora es radar interceptado
por su hermano ilegal, que va montado
en el coche del pícaro infractor.
Si existiera un radar para los lentos
en solucionar deudas estancadas,
seguro que el radar reventaría
al ver cuánto tardó la policía
en sacar sus treinta plazas convocadas.
Espero que los nuevos policías
no vuelvan a dejarme con el chasco
de verlos manejando sus radares,
mientras pasan en moto los chavales
sin que lleve ninguno puesto el casco…
Dedicado al amigo Joaquín Barea, internado en la UCI del Hospital Virgen Macarena desde la Feria de Sevilla a consecuencia de un atropello, al que deseamos una pronta recuperación.