En su segunda edición, el proyecto “Per Siras” ha sido considerado como un referente en el VIII Encuentro de Historia de Mujeres sin historia organizado por la Delegación Provincial de Bienestar Social e Igualdad junto con el Instituto de la Mujer.
El acto de presentación del programa nazareno durante el Encuentro de Historia de Mujeres sin Historia tuvo lugar en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información de Sevilla en la Isla de la Cartuja el pasado día 31 de mayo donde se desplazaron el grupo de alumnas con familiares que quisieron compartir la experiencia y las responsables del proyecto. Allí recibieron de las autoridades elogios destacando del proyecto la ilusión y el esfuerzo desempeñado tanto por las alumnas como por las profesionales que lo imparten y dirigen con muy bueno resultados.
El trabajo basado en la lucha por la superación, la motivación, el aprendizaje, fue compartido con el público asistente a través de la presentación de un vídeo grabado dentro de las aulas donde se imparte la formación en el que se recoge el día a día de este grupo de mujeres que trabajan y apuestan por una integración desde el respeto a sus raíces. El buen clima, el respeto, el compañerismo, la solidaridad, el reforzamiento entre las propias alumnas y el cariño que se respira entre el grupo, son la clave para el logro de los objetivos propuestos.
Mercedes Cordero, como Coordinadora Municipal para la Zona Sur y responsable del proyecto, valora el curso como “un proceso de aprendizaje integral de trabajo diario que planifica en función de las eventualidades, desde las múltiples necesidades con las que llegaron al curso, nó sólo en lo material sino en cuanto a conocimientos e instrucción; contaminadas por el mismo espíritu de ilusión para conseguir los magníficos resultados directos sobre las mujeres”. Cordero destaca, además, “su efecto multiplicador entre sus propios grupos familiares teniendo en cuenta que en su mayoría son unidades familiares extensas, que los logros van desde la reducción de la tasa de absentismo escolar, organización y economía doméstica, salud y planificación, alimentación, control de programas de vacunas, mantenimiento de las viviendas, relación con el medio ambiente, y en cuanto a ellas mismas mayor grado de autoestima, refuerzo como grupo de apoyo o alfabetización”. Para ello, cuenta con “la implicación y trabajo de otras áreas municipales, especialmente Servicios Sociales, con quienes se lleva a cabo un trabajo a nivel técnico de total coordinación, sin la cual resultaría muy difícil pensar en estos resultados”.
Entre las actividades más valoradas por las alumnas, según la coordinadora de la Zona Sur, destaca “tener la oportunidad para aprender a leer y escribir, la cocina, la costura, las salidas al campo y relacionarse con el medio ambiente y, sobre todo, que ahora tienen claro que quieren para sus hijas e hijos otra vida mejor que la que a ellas les ha tocado vivir. O lo que es lo mismo, tienen expectativas de vida e ilusión, viven por patrones culturales y desde su raza al día pero están aprendiendo que es importante y necesario plantearse el mañana para ellas y los suyos, y que eso sólo se consigue luchando y trabajando.
Sobre el riesgo de exclusión social, Cordero asegura que “no hay una ciudad en el mundo que no cuente entre su población con este problema de desigualdad, pero lo que sí estoy segura es que en muy pocas se trabaja con la ilusión y los medios que se hace en nuestra localidad. Lo sé por otros compañeros de otras ciudades que comparten trabajos similares, porque le hago seguimiento a casos, comparto planes y diseños para su aplicación en otras ciudades y creo que en esta materia puedo hacer estas afirmaciones sin temor a equivocarme. Por supuesto que debemos seguir mejorando, y para ello nos sobra voluntad”.