"Lo máximo a lo que puede llegar un escultor es a hacer un crucificado”
Antonio lleva algo más de un año trabajando de forma independiente en su taller de la calle Fernán Caballero, número 12. Este año espera acabar su formación en la escuela de arte de Sevilla, para dedicarse de lleno a su trabajo. En Dos Hermanas son muy pocos los que se dedican a la escultura religiosa.
Antonio Luis Troya Román es uno de los pocos escultores que se dedica a las imágenes religiosas en Dos Hermanas. De su taller de la calle Fernán Caballero, 12, ya han salido numerosas piezas con destino a varias hermandades de la provincia y particulares. Es todo un profesional de la escultura religiosa, a pesar de su juventud, 21 años. Reconoce que nunca se acaba de aprender en este oficio al que quiere dedicarse de lleno.
¿Cuándo y cómo decidió dedicarse a la escultura, es algo que siempre le había gustado?
La profesora de dibujo de mi colegio, La Compasión, me recomendó que me metiera en la Escuela de Arte de Sevilla, por la rama de escultura.
Es decir, que tenía aptitudes desde pequeño, ¿no?
Sí, siempre me gustó la escultura religiosa, pero en la escuela de arte no se trata directamente esta rama. Empecé a estudiar hace cinco años, este es el último, y de el segundo año, en segundo de dorado, entré de aprendiz en el taller de imaginería de David Valenciano, en Sevilla. Es cuando tuve un contacto más directo con la imaginería. Allí estuve tres años y luego colaboré en una fundición, en la que aprendí otras partes de la escultura.
No hay muchos escultores de imágenes religiosas en Dos Hermanas, ¿es difícil dedicarse a esta profesión?
En Sevilla sí hay muchos más, aunque de los pocos que estudian son menos los que luego trabajan en escultura religiosa. Hay que ir dando publicidad con tu trabajo y que se vaya conociendo tu nombre, es difícil que la gente confíe en ti desde el principio.
¿Recuerda cuáles fueron sus primeros encargos?
Los primeros encargos eran sobre todo para particulares, amigos más que nada. El primero fue una copia de laVirgen de Valme.
¿Qué otras esculturas ha hecho hasta el momento?
En Dos Hermanas hice la cruz para la Cruz de Mayo de Nuestra Señora de los Ángeles y también tengo obras para particulares y para hermandades de Castilblanco de los Arroyos.
¿Desde que se instaló por su cuenta en el taller, tiene muchos encargos? ¿Está trabajando en alguna escultura ahora mismo?
Estoy trabajando para Semana Santa en dos ángeles para un paso de misterio de Castilblanco. También tengo un proyecto de una Inmculada y una escultura de Santa Ana completa, para Dos Hermanas.
¿Cuál es la escultura de la que se siente más orgulloso o a la que tenga un especial cariño?
Pues un misterio que hice para estas Navidades. Son unas esculturas de tamaño académico [unos 90 centímetros] de una gran complicación. Las tres figuras, la Virgen, San José y el Niño, van con ropaje estofado.
¿Qué escultura le gustaría hacer, quizás algo para su hermandad, la Vera-Cruz?
Cuando haces algo para tu hermandad lo haces con más sentimiento; para Vera-Cruz puede que haga alguna restauración. Aunque para un escultor lo más importante es hacer un crucificado, es a lo máximo a lo que se puede llegar.
Ha estado en varios talleres, ¿prefiere trabajar en solitario, no le molesta la soledad?
Trabajo mejor solo, te entretienes menos y te concentras mejor. No llegas a aprenderlo todo nunca, siempre aprendes de algo o alguien y vas mejorando.
