Testigos de la populosa vida de la ciudad, la visita pudo disfrutar de las posibilidades comerciales y gastronómicas. La actividad concluyó con la visita a una de las Haciendas más importantes, en esta ocasión, San Miguel de Montelirio, donde además de conocer las características comunes de estas construcciones, de tanta raigambre en la ciudad, pudieron admirar la singularidad de su frontispicio como la asombrosa colección de carruajes que atesora.