Ha sido el estudiante de un centro público de la provincia de Sevilla con la nota más alta en la prueba de Selectividad. Rafael Valladolid Ventero ha logrado un 13,9 en la prueba de acceso a la etapa universitaria, coincidiendo en puntuación con otro estudiante del IES El Molillo de Guillena, José Luis Ramírez.
A sus 18 años, Rafael acaba de concluir su etapa de Secundaria y Bachillerato en el IES Vistazul, tras pasar por el Colegio La Compasión, con una nota media de 10 en 1º y 2º. Hace dos semanas, Rafael se enfrentaba a las pruebas de Selectividad, a las que, recuerda, “aunque veía cierto nerviosismo en la gente, iba confiado porque estaba seguro de que la preparación que llevaba era buena”. Indudablemente, apunta, “los nervios por los exámenes difíciles estaban, pero, a medida que iba haciendo pruebas, me sentía más cómodo”.
Rafael confiesa que su objetivo era sacar la máxima puntuación posible, “pero no esperaba sacar un 13,9, aunque, al ver los resultados de los exámenes, todo pintaba muy bien”. Y es que este estudiante nazareno ha logrado dos 10 en Matemática y Dibujo Técnico, oscilando el resto de calificaciones entre el 9,5 y 9,75.
Rafael Valladolid Ventero tenía en mente estudiar Matemática, para lo que necesitaba un 12 de nota. Pero, explica, “no quería quedarme en conseguir esa puntuación, sino probar que podía sacar con mi preparación”. Al ver que obtenía un 13, 9, se ha decantado por hacer un doble grado de Matemática y Física.
Para llegar hasta aquí, Rafa confiesa que es más de “carrera de fondo que de spring final”. Ya que, añade, “si llevas bien el curso y con nota, las dos semanas previas a Selectividad solo tienes que refrescar y reforzar los contenidos”. Pero, “si la base es buena, no tienes muchos problemas, porque todos los contenidos los hemos visto en clase y nos hemos examinado”.
Para los estudiantes que el próximo curso se tengan que preparar la Selectividad, Rafael tiene un mensaje: “que se lo tomen en serie desde el principio para que luego no tengan que hacer un esfuerzo innecesario”. Además de que “no estudien cada materia con el único objetivo de aprobar la Selectividad, sino que entiendan todo lo que estudien y así no tendrán ningún problema”.
El estudio no como una obligación
Además, este joven nazareno confiesa que “me gusta estudiar, me resulta atractivo y no lo veo como una obligación”. Por ello, siempre ha preferido incidir en la calidad que en la cantidad, “aprovechar los momentos en los que esté más concentrado para estudiar y así poder aprovechar el resto de tiempo para hacer otras cosas, como practicar deporte o estar con los amigos”. Con organización, apunta, “no es necesario estar todo el tiempo encerrado y se puede tener tiempo para todo”. En su caso, sus grandes pasiones son el deporte y los videojuegos, además de “disfrutar de la amistad”.
