Me llamo Josefa Prieto y estas palabras van dedicadas a ti, Sebastián Pera Prieto. A mi hijo.
Qué suerte he tenido de tenerte como hijo, trabajador incansable desde tan pequeño. Poco a poco, con tesón y perseverancia, te has convertido en un gran hombre, pero lo que más me enorgullece son las muchísimas personas que te quieren.
Cuando veo en las noticias gente que mata, roba… pienso: ¡Qué suerte he tenido de ser tu madre! A cuántas personas has ayudado sin esperar nada, porque la bondad es una cualidad con la que se nace y tú venías cargadito de ella.
Paso a paso, ladrillo a ladrillo, tú sólo has conseguido lo que tienes. Has creado tu legendario Neumáticos Pera. Tu padre Joselón lo decía: “Ese chiquitito le va a quitar mucha hambre a todos”. Y así ha sido. Y sigue siendo.
Pero lo más valioso que una persona puede poseer es una familia como la tuya, donde hay mucho amor. Qué fácil le haces la vida a todo el que te rodea, que son muchos. Tantas bocas comiendo de tu trabajo, tanto aguante, tanta generosidad con todos. Ya es hora de pensar únicamente en ti, ya toca.
Eres auténtico y muy de verdad. A mi hijo Sebastián con mucho amor.