- Publicidad -
Inicio La Cultura Un Haneke menor

Un Haneke menor

0
- Publicidad -
HAPPY END
Normalmente, el austríaco Michael Haneke es una garantía para los espectadores. Esta es la séptima ocasión en la que una de sus películas formaba parte de la sección oficial del prestigioso festival de Cannes.

Y, antes de la protección de esta Happy end, las esperanzas en levantar un flojo concurso, y en que se convirtiera en el director que más veces ha ganado el premio. Pero todo se vino abajo al constatar que esta no es precisamente una de esas obras con las que Haneke nos ha sobrecogido, nos ha dejado helados, o nos ha perturbado a lo largo de los años. A pesar de que, evidentemente, es una película que reúne todos los ingredientes y elementos propios de la obra anterior del autor.

En Calais, una familia burguesa muy rica se enfrenta a secretos, a mentiras, a la defensa de intereses oscuros y una falta de ética y moral, muy cerca del lugar donde se emplazan algunos campos de refugiados. El patriarca (Trintignant) está cansado de todo y sueña con quitarse la vida sin encontrar el valor para hacerlo, su hija (Huppert) se enfrenta a los problemas de la empresa familiar tras un grave accidente, mientras su hermano (Kassovitz) tiene una relación extramarital y tiene que hacerse cargo de la hija de su primer matrimonio (Harduin), una niña con instintos homicidas que graba a los que le rodean con su móvil y publica su vida en la red.

- Publicidad -

Francia-Austria-Alemania, 2017 (103′)
Título original: Happy end.
Escrita y dirigida: Michael Haneke.
Producción: Margaret Ménégoz.
Fotografía: Christian Berger.
Montaje: Monika Willi.
Intérpretes: Isabelle Huppert (Anne Laurent), Jean-Louis Trintignant (Georges Laurent), Mathieu Kassovitz (Thomas Laurent), Fantine Harduin (Eve Laurent), Franz Rogowski (Pierre Laurent), Laura Verlinden (Anaïs), Aurélia Petit (Nathalie), Toby Jones (Lawrence Bradshaw), Hassam Ghancy (Rachid), Nabiha Akkari (Jamila), Hille Perl (Claire).

Haneke ha puesto el piloto automático y ha utilizado fragmentos de historias pasadas, elementos de películas anteriores, dando al conjunto una sensación de ya visto que no se va en ningún momento. A veces parece querer darle un toque de humor a su trama, pero como está tan poco acostumbrado a la ‘comedia’, apenas se nota. Hay aquí situaciones de El vídeo de Benny, de Caché, de Código desconocido, de Amor… dando como resultado una película autorreferencial, pero en la que todo está mezclado sin que el conjunto llegue a ser un todo uniforme y coherente, sin que se sepa muy bien a dónde quiere llegar el director.

Además, algo que también es habitual en el austríaco, durante gran parte del metraje parece que no pasa nada. O nada evidente, al menos. El terremoto va fraguándose bajo la superficie, cambiando de una historia a otra (de un protagonista a otro), dando forma a una atmósfera turbia esperando que todo termine por explotar. Pero ese estallido no termina sucediendo. O, lo que es peor, se queda en un bluff. A pesar de que se dan citas todos los ingredientes de una película de Haneke, no parece una película de Haneke. Es, sin duda, una cinta menor de alguien que ha tenido mejores momentos.

Película Happy end de Michael Haneke

- Publicidad -

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Salir de la versión móvil