Desde estas líneas quiero agradecer a todas las personas que me han estado ayudando durante la enfermedad de mi marido, Antonio Pérez Verdugo. Que con sus visitas o llamadas me han servido de aliento para seguir adelante con esta durísima carga, durante tanto tiempo.
La demencia senil, como cualquier otra, la sufre mucho más el cuidador o cuidadora que el mismo enfermo. Todas las personas que tienen un familiar así me comprenderán y también pensarán que solo una llamada o una visita te dan fuerzas por un tiempo para seguir con lo mismo.
También mi agradecimiento total va para tres personas, tres grandes profesionales del Ambulatorio de San Hilario como son D. Manuel Sánchez Palencia, Dña. Mari Carmen Sánchez y Dña. Antonia Bellido, gracias por su apoyo y dedicación tanto al enfermo como al cuidador/a.
Gracias, muchas gracias a todos en nombre de mi marido y mío.
