Tras un fin de semana de cultos y procesiones de Jesús Sacramentado en Sta. Mª Magdalena, La Oliva, Ntra. Sra. del Rocío, San José o el Divino Salvador, la celebración del Corpus se concentra en estos días en el Ave María. La Hermandad de la Vera-Cruz celebra solemne Triduo los días 1, 2 y 3, a las 20:00 horas.
El sábado, día 4, a la misma hora, Función Eucarística y a su fin, procesión de su Divina Majestad bajo palio por Anita Peraza, Sánchez Chacón, Benavente, Cristo de la Veracruz, San Sebastián, Goyeneta, Tarancón, Gonzalo Nazareno, Hidalgo Carret, Churruca y entrada en la Capilla San Sebastián.
Esto soy yo
Karl Rahner, uno de los teólogos notables del Concilio Vaticano II, traduce las palabras de Jesús en la última cena al compartir el pan con sus amigos, de una manera idéntica a lo que conocemos en la liturgia católica en cuanto al sentido, pero al mismo tiempo algo distinta en la expresión, con la intención de ser más riguroso en la transmisión de su significado. Rahner lo expresa como “esto soy yo”.
Tal vez se pudiera entender en un símil cotidiano tal que si nuestro panadero nos dijera cuando comáis mi pan vais a notar que es mío, que de alguna manera mi modo de hacer y yo mismo estoy ahí, esto soy yo. Siguiendo con el símil, si ahora nos referimos al vino y la sangre, también en la herencia genética podemos leer la presencia de nuestros progenitores y su presencia.
Jesús en el pan eucarístico quiso transmitir su presencia para siempre y así lo hizo de manera peculiar, renacido a otra manera de estar, sin dejar de ser el mismo Jesús. El pan, el vino de la eucaristía, de la buena noticia, es el nuevo estar de Jesús, por más siglos que pasen, porque es su amor de compañero de esta vida, es el sentido de la libertad, es él mismo. Miguel Becerra Romana, 2016.
