Perdió contra pronóstico ante el Ciudad Jardín por 4-1 en un choque plagado de muy mala suerte
Un maleficio pareció acompañar a la Rociera en su viaje a tierras cordobesas para medirse al Ciudad Jardín. De claro favorito pasó a ser el derrotado. Una clara injusticia dado el buen papel desempeñado por el equipo nazareno sobre el terreno de juego que tuvo como justificación una cadena de errores y fallos producidos por la mala suerte.
Tras una primera mitad sin goles pero de claro dominio de los auriazules –con clara ocasión de Gordi, que estrelló el esférico contra el travesaño- todo quedó por decidir en la segunda parte. La primera gran oportunidad del partido se la puso en bandeja la Rociera a su rival en el minuto 50. Un saque de esquina de Rivas fue a parar a la espalda de su compañero Julio, marcando en propia meta (aunque el gol se lo otorgaron a Miguel Soto).
Mientras que la Rociera trataba de igualar la contienda y trabajar su merecida victoria, los anfitriones consiguieron incluso ampliar su ventaja en el marcador por mediación de Castilla tan sólo un minuto después.
Al fin Manolo consiguió acortar distancias (2-1) para la Rociera. Se presagiaba que el partido tomaría un rumbo bien distinto, más si cabe teniendo en cuenta el dominio de los visitantes.
No duró mucho la alegría. Un resbalón de Miguelito le dio alas al Ciudad Jardín para marcar el tercero de su cuenta.
La sombra del malfario se acrecentó sobre las filas de la Rociera, que vieron cómo se le anulaba un gol legal a Barros y para colmo se quedaba con uno menos al mostrarle el linense López Mora dos cartulinas amarillas a Jony. Ocasión perfecta para que los cordobeses cerraran su trabajo con un gol de Juande (4-1 definitivo) en el minuto 86.
Pese a la derrota la Rociera continúa en cuarta posición. No puede haber más errores si desea proseguir en camino ascendente. Este domingo, a las 12:00, el Atlético Espeleño visita el Manuel Adame.
