No cabía un alfiler en la Carretera Vieja en el camino de ida
Las nubes no se hicieron de rogar y acompañaron a la Virgen de Valme y su comitiva en su caminar a Cuarto. Pasadas las 10:30 horas, el cortejo ya enfilaba una Carretera Vieja en la que no cupo durante todo el camino ni un alfiler. La sensación generalizada es que cada vez son más los romeros y romeras que hacen el camino a Cuarto, convirtiendo en una misión casi imposible el que la comitiva avance con fluidez. Para ello, los efectivos que integraban el dispositivo de seguridad, tanto Guardia Civil como los voluntarios de Protección Civil, se afanaron durante todo el camino en incitar a que la gente caminase más rápido.
Buen ambiente durante el camino y ausencia de las altas temperaturas de las romerías precedentes, que hicieron más llevaderos los kilómetros que separan Dos Hermanas de la sevillana barriada de Bellavista. Por el camino se vivieron varios momentos entrañables, como el paso por la residencia de mayores La Paz, donde las personas mayores esperaron el paso de la comitiva o la llegada a Los Merinales, donde se ubica la capillita con una talla de la Virgen de Valme. Allí se le cantó la salve e incluso una sevillana que, minutos después, se repetiría en el subterráneo que da acceso a Bellavista.
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