Disculpe Sr. Ladrón si me quejo porque el pasado día 23 robaras o robaseis en Caritas de la Parroquia de la Oliva. Disculpen si creyó que robaba a una institución cualquiera, sin ánimo de desprecio hacia otras instituciones, Nada de eso.
Disculpen Sr. Ladrón si creyó que robaba al esfuerzo y la dedicación de los voluntarios, se equivoca. Si creyó que robaba a las personas e institución como el Banco de Alimentos que colaboran, no sin esfuerzo, en esta labor, yerra de nuevo.
Disculpe Sr. Ladrón si le digo a la cara que ha robado, kilos y kilos de alimentos de primera necesidad a cientos de familias necesitadas. A ellas y solo a ellas han robado el alimento de unos días
Perdóneme Sr. Ladrón si por unos instantes me convierto en meiga y le desee todo el mal del mundo. Pasado esos instantes solo me queda implorar justicia para esas familias.
