- Publicidad -
Inicio La Opinión Cartas a la redacción Hace un año que no lloro

Hace un año que no lloro

0
- Publicidad -

Me parece que fue ayer
y ya ha pasado todo un año,
desde que escribí aquel poema
de aquellas memorias de antaño.
Me parece que fue ayer
cuando escuche las campanas,
repicando al amanecer
en mi pueblo, Dos Hermanas.
Ha pasado mucho tiempo
y quedaron cosas lejanas.
Cuando me recogía el pelo,
aún siendo niñas, mi hermana.

Me parece que fue ayer
y ha pasado un año entero,
que vi las yuntas de bueyes
que llevan los carreteros.
Ellos preparaban  enganches,
yo pensaba y sentía miedo;
imaginaba  si al año siguiente
estaría junto a los que quiero.

- Publicidad -

Y otro año volvió a pasar
y otra vez vuelvo a contarlo,
que la carreta comienza a andar
para recoger un trono tallado;
donde reposa la virgen,
y la escoltan frescos nardos.

Que en esta jornada matinal
cruzará por  su pueblo amado,
para llegar hasta el Arenal
que un puente  está esperando;
donde la verán pasar
los que la acompañan andando,
en este nuevo camino
que llevan un año anhelando.

Esta niña sigue creyendo
que de Valme a  Valme
se mide mejor el tiempo.
Para que esta espera me ayude
a pasar los tristes momentos;
y estar donde siempre estuve
en la fecha que yo quiero,
tercer domingo de octubre,
que me parece un viaje al cielo.

Es que aquella niña
en mí sigue existiendo.
Al igual que a los reyes magos
aún les sigo escribiendo;
le pido a la virgen de Valme,
siempre me está concediendo
los secretos que yo le pido
con mi mirada y en silencio.
Me mira ella con gesto amigo
y otra vez me está sonriendo.

Y vuelvo a entrar en la ermita
a retratar con mi mente,
a esta cara tan bonita
de nuestra imagen ferviente.
Le dedico una oración,
silenciosa y calladamente
el que reza es mi corazón,
así no me escucha la gente.

En esa vuelta vespertina
se apodera de mí la tristeza;
que este camino termina,
otra despedida se acerca.
Vuelvo a recordar reflejada
la imagen de aquella niña,
en un espejo y despeinada
con la flor del pelo marchita.

Tras la romería finalizada,
con la vista ya caída
y la voz un poco quebrada;
lloraba con desconsuelo
porque otro año aguardaba,
para hacer un camino nuevo
por mi Señora Valme amparada.

Pero hoy quiero reconocerte
que en todo este año pasado
la vida me ha sido clemente.

Aunque Valmes pasados añoro
aún me queda agradecerte,
que hace un año que no lloro
y que este Valme vuelvo a verte.

- Publicidad -

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Salir de la versión móvil