Como se suele decir en el rugby de "patada a seguir", se debería tomar ejemplo de la obra que se está realizando en las inmediaciones del pabellón polideportivo de Montequinto, donde para abastecer de gas natural a las nuevas instalaciones, ha sido necesario levantar parte de la calzada desde la Avenida de Europa.
Acostumbrados a ver como las empresas que realizan este tipo de obras hacen y deshacen a su antojo, sin tener en cuenta el perjuicio que ocasionan a los vecinos, cortando calles sin avisar, dejando sin señalizar la zona de obras, sobre todo de noche, o convirtiendo esporádicamente a sus operarios en improvisados agentes de tráfico.
Llama poderosamente la atención, que en la mencionada obra no sólo no se haya hecho todo lo anterior, sino que además se deje todo tal y como estaba en un principio, y así, las líneas que delimitaban los estacionamientos en batería vuelven a estar pintadas, la línea contínua pegada al bordillo, la isleta que separa los dos sentidos de circulación, e incluso el paso de cebra, vuelve a recuperar esa franja blanca de seguridad que le faltaba en su piel. Ver para creer.
Esperemos que no sea este un caso aislado, sino que realmente las autoridades estén velando para que el resto de obras que se hacen en la vía pública "pinten así".
