Juan Sánchez Vivero Hace tan solo unos meses que mi familia y yo nos hemos trasladado a vivir a Dos Hermanas. Desde el primer momento nos hemos esforzado por sentirnos parte de la ciudad, por conocerla y, sobre todo, por vivir sus tradiciones. De esa forma, aunque siempre hemos pertenecido a hermandades de Sevilla, y su Semana Santa constituye el culmen de toda mi familia, hacía días, que había escuchado a mis amigos que este año el Pregón de Dos Hermanas sería de los buenos.
He de reconocer que llamados por la curiosidad nos animamos a asistir al Teatro Juan Rodríguez Romero, lo que no me podía imaginar es que este pregón me impactara tanto. Imaginación, serenidad, aplomo, calidad literaria, interpretación… Un derroche de saber estar y saber hacer de este joven cofrade, Franciso de Paula Muriel Rivas, que puedo asegurar que nos dejó con la boca abierta a su abarrotado auditorio.Fue inolvidable, comparable a los grandes pregones de Sevilla.
Desde aquí queremos darle la enhorabuena a D. Francisco de Paula Muriel Rivas y al Consejo por tan acertada designación y agradecerles que desde el Domingo, día 2, nuestra familia, gracias a sus palabras y sus vivencias se siente cofrade de Dos Hermanas.
Un saludo para sus lectores y olé para el pregonero.
Olé, pregonero
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