La Memoria del curso 2005-2006 destaca el programa de actuación con la población inmigrante
Cáritas ha clausurado la coordinación del curso 2005-2006 con muy buenos resultados. En un encuentro que tuvo lugar en la Parroquia de Las Portadas y en el que participaron 50 personas pertenecientes a Cáritas y los diferentes programas arciprestales, así como los diputados de Caridad de varias hermandades, se dio lectura de la memoria anual.
Entre los datos extraídos destacaron nuevamente los recursos económicos que las diferentes Cáritas invirtieron para atender a las familias que acuden a ellos y que en esta ocasión superaron los 130.000 euros. Una cuantía invertida en un programa destinado a la personas desfavorecidas y que va desde la atención básica a los distintos programas destinados a su promoción integral. El fin de este modo de actuación no es otro que potenciar que las peronas que acudan a Cáritas no dependan plenamente de las instituciones, sino lograr que puedan depender de ellas mismas.
Tanto el coordinador arciprestal de Cáritas, Juan de Dios Varela, como el sacerdote delegado, Joaquín Castellón, incidieron en “la salud y pujanza que tiene el organismo en la actualidad con más de 100 voluntarios que colaboran a diario para sacar adelante los objetivos marcados”. Juan de Dios también quiso destacar los buenos resultados del proyecto clave de Cáritas, el Servicio de Orientación Laboral, en el que se ha notado, según el coordinador, “un incremento significativo en la atención a personas inmigrantes, lo que nos animó a abrir las clases de español y posteriormente la asesoría social y juridíca”. Un servicio, el de la asesoría, que está resolviendo los dos principales problemas que presentan los inmigrantes: la convalidación de sus estudios y una posible reordenación de los miembros de la familia. En cuanto a las clases de español para inmigrantes, el pasado miércoles se clausuraron.
Español para inmigrantes
Según Juan de Dios Varela, “llama la atención la seriedad con la que se han tomado las clases los alumnos y los buenos resultados obtenidos en algunos casos con los que no se podía establecer una comunicación y ya hablan bien el español”. Se espera que las clases prosigan después del verano y no se descarta ampliar los grupos si la demanda así lo requiere. El curso que termina ha estado compuesto por tres grupos de búlgaros, brasileños y marroquíes, a los que les han dado clase de manera voluntaria un equipo de cuatro profesores.
