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La Hermandad del Rocío de Dos Hermanas ha puesto fin a sus cultos previos a Pentecosté. Un año más, han estado enmarcados por el Santo Rosario con el Simpecado por las calles de la ciudad, al principio, y el pregón anunciador de la romería de Ángel Romero Rubio, al final.

Un pregón que osciló entre el humor y los sentimientos, a través de las vivencias rocieras de su pregonero.

El Simpecado ha estado acompañado en el altar por la Virgen de Valme, en su Año Jubilar por el 50 Aniversario de su coronación. Recordando aquella estampa de 1973 cuando volvieron a coincidir durante los cultos por la celebración por parte del Ayuntamiento del patronazgo de la Virgen sobre la corporación municipal.

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Durante los cultos se vivieron momentos ya tradicionales, como la visita de la Hermandad del Gran Poder para entregar la cera que alumbró al Cristo en la Madrugá y que hará lo propio durante la romería en la carreta del Simpecado.

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