El actor y presentador Carlos Sobera vuelve este sábado, día 18, a las 21:00 horas, al teatro municipal. Lo hace para interpretar Miles Gloriosus, una adaptación del clásico de Plauto que se estrenó en Mérida. Las localidades para esta función están agotadas.
Tras La Guerra de los Roses y Asesinos Todos, vuelve a Dos Hermanas metiéndose en la piel de un personaje clásico. ¿Cómo es ese Miles al que da vida Carlos Sobera?
Es un personaje con dos caras. Por una parte, es un tipo deleznable y lleno de vicios y defectos, egocéntrico, soberbio y vanidoso. Por otra, con la lección que le da la gente del pueblo, muestra otra cara más tierna, lo que hace que el público se reconcilie con él.
Es el primer clásico que interpreta en teatro ¿Cómo está siendo la experiencia?
Muy divertida, ya que Plauto era un tipo muy divertido y le gustaba la burla y el cachondeo, por lo que me lo paso muy bien en el escenario y me resulta un juego muy divertido.
Aunque sea un clásico, la obra puede extrapolarse a cualquier época. ¿Es esa atemporalidad la clave del éxito de este tipo de propuestas?
En los grandes clásicos de toda la vida, los autores, lejos de centrarse en lo circunstancial, hacían crítica y reflexionaban en clave de comedia y drama sobre las inquietudes del ser humano. Por ello, sus obras no pierden un ápice de frescura, se pueden seguir representando y entretienen al público.
“Cada función es una fiesta de la que el público participa”
¿La versión de Antonio Prieto es muy fiel al texto original o se toma licencias?
En lo que a la estructura y personajes es muy fiel, así como en la trama principal. Lo que hace es adaptar el humor, reformularlo para que sea más acorde a cómo vivimos en este siglo XXI.
Se estrenó el pasado verano en el Festival de Mérida y, desde entonces, no ha parado de girar ¿Cómo está recibiendo el público esta propuesta teatral?
Mira que siempre he tenido muy buena acogida con las diferentes obras de teatro que he interpretado, pero nunca como ahora había tenido la sensación de plenitud en la respuesta del público. Lo que se ha pretendido con esta obra es que la comunión con el espectador sea total, interactuando con el público, incluso bajando al patio de butacas. Además, la función termina en lo alto, con una canción que cantamos con los espectadores, por lo que la sensación de plenitud es grande. Así se empezó en Mérida, que fue el espectáculo revelación, y cada representación es una fiesta en la que el público participa.
Además del teatro, lo vemos casi a diario en televisión ¿Cómo hace para organizarse?
La verdad es que disfruto con mi trabajo, me hace feliz y no me cuesta, aunque sacrifico tiempo y familia. Entre semana estoy con las grabaciones del programa First Dates y las galas en directo de los realities que me toquen. Luego el fin de semana, me recorro España con las funciones, pero es divertido y el teatro es un complemento de la televisión que necesito.
“Me lo paso bien con Miles porque Plauto era muy divertido ”
En un mundo como el de la televisión, en el que se mueve, ¿hay muchos personajes de Miles Gloriosus o de Plauto?
En mi profesión el narcisismo está a la orden del día y, aunque no tengan su poder para cometer tropelías, algunos vicios de Miles se reproducen. En mi mundo y otros, como la política, hay poca generosidad y mucha soberbida, sobre todo entre los poderosos con el pueblo, que es el que más sufre.
¿Qué planes tiene próximamente Carlos Sobera?
Hasta final de año estaremos con Miles Gloriosus por el éxito que está teniendo y ya estamos pensando en proyecto teatral para 2024, pero tenemos varios y queremos elegir bien para seguir dejando un buen sabor de boca en el público. Además, sigo grabando First Dates y en marzo comienzo con el reality Supervivientes.
¿Le apetece volver a los concursos que tanto éxito le dieron en su momento?
El concurso es un formato en el que tuve una buena acogida y en el que me sentía muy a gusto con el contacto directo con la gente que venía a concursar. Eso que me daban los concursos en ese momento, ahora me lo da First Date. Aunque, algún día me tocará volver a ese formato, a mis orígenes, y no me importará porque me siento muy cómodo.
