El nuevo parque de bomberos de Dos Hermanas comenzará a funcionar el próximo lunes, día 28, tras la finalización de sus obras. El proceso de construcción se ha alargado más de los 24 meses previstos, al igual que el resto de obras, condicionado por la pandemia de la Covid-19.
El nuevo parque de bomberos cuenta con una superficie edificada de 3.738,55 m2 y con dos accesos diferenciados: el primero, exclusivo para los vehículos de emergencia, y el segundo, para el personal y los usuarios.
Estas novedosas instalaciones, diseñadas por el arquitecto Ignacio Crespo Rodríguez y el arquitecto técnico Antonio Aparicio Zoyo, se encuentran en la zona de Arco Norte. Mientras que la fachada principal del edificio da a la prolongación de la calle Leopoldo Alas Clarín, el lindero sur lo hace a la prolongación de Miguel Hernández y el norte linda con el depósito municipal.
En la planta baja de este parque de bomberos se encuentran los siguientes espacios: un hangar de vehículos de emergencias, una torre de prácticas de 10 plantas y un flashover, piscina y un laberinto para entrenamientos. También se hallan en esa zona los patios de prácticas delantero y trasero, un aula de formación, una área de descanso, un despacho para el cabo guardia y un taller de mantenimiento de vehículos; además de taquillas para los EPIs, una sala de aire, almacenes diferenciados para material especial de bomberos, duchas sucias tras intervenciones, una lavandería, una área de limpieza de equipos y aseos.
Con vistas a los nuevos turnos que se van a negociar con los bomberos, el delegado de Movilidad y Limpieza Urbana, Antonio Morán Sánchez, explicaba que han eliminado las literas del nuevo parque y se han instalado grandes butacones en su lugar. «En caso de que se incremente en el futuro el número de bomberos, tenemos espacio para introducir más espacios de descanso», añadía.
Los usuarios acceden al edificio a través de un vestíbulo que se encuentra en la primera planta y que da a la zona de recepción. Allí también se ubican los despachos para los usos administrativos y áreas de trabajo, una sala de usos múltiples, los vestuarios y taquillas, un gimnasio, una sala de estar con comedor y cocina, y los aseos. En la zona exterior, «también tenemos previsto pintar una cancha de baloncesto y el símbolo del helicóptero para que pudiera aterrizar en caso de que fuera necesario», adelantaba el arquitecto Ignacio Crespo.
Estancias luminosas y buena ventilación
Todas las estancias del nuevo parque son luminosas y cuentan con una buena ventilación, puesto que se organizan en torno a un patio y a un núcleo de comunicaciones verticales de escaleras y ascensor, en la zona central. «El arquitecto le ha dado una alegría impresionante con la luz», expresaba Antonio Morán. «Con esto se pretende evitar que los bomberos que vengan de un incendio o hayan perdido a alguien se suman en la oscuridad», explicaba.
La zona de hangar abierto tiene unas dimensiones en planta de 18 x 24 metros y posee dos de sus caras abiertas permanentemente. Esta zona se prevé que sea usada para maniobras en época de clima adverso por calor o lluvia. Mientras que, el hangar cerrado, con cinco calles dobles e independientes con puertas seccionales, tiene una capacidad para cuatro vehículos por calle con unas dimensiones libres de obstáculos de siete metros de ancho por 21,80 de largo, así como con una capacidad total de 20 vehículos grandes.
El hangar se comunica funcionalmente por una de sus caras con el edificio administrativo a través de ventanales, lo cual permite un rápido movimiento de los bomberos de esta zona a los vehículos para una salida inmediata. Además, esta zona dispone de un centro de control con comunicación directa mediante cámaras en todo el recinto y sus accesos y salidas.
Asimismo, el edificio principal posee una planta de castillete que se prevé ampliar para alojar futuras dependencias del parque, ya que se ha tenido en cuenta en el cálculo estructural y de cimentación del proyecto.
Flashover
La mayor novedad del nuevo parque de bomberos son los ‘flashover’, dos contenedores a los que prenden fuego para simular incendios en sitios cerrados y así practicar situaciones reales. De hecho, se trata de una instalación tan poco vista en España, que otros parques de fuera ya han decidido visitarlos. Como, por ejemplo, el de Alicante.
Estos contenedores están provistos de ventanas, puertas y espacios en el techo que simulan chimeneas. De esta manera, «prendes fuego a la instalación y, cuando el humo comienza a subir, el monitor te abre la puerta o la chimenea, y te provoca escenarios diferentes», explicaba el jefe de bomberos, Aurelio Vicedo Antúnez.
Inversión
El parque de bomberos se licitó por 4.563.456,97 de euros, pero se adjudicó en 3,7 millones, tras modificaciones del presupuesto. Con independencia a la obra, el parque se ha dotado de contenido: mobiliario de oficinas y mobiliario técnico, estanterías, butacas de descanso, equipos informáticos, equipos de comunicaciones, maquinaria de gimnasio, cocina, lavandería, centro de control, equipamiento flashover, electrodomésticos, simuladores, equipamiento de la sala de aire, equipamiento multimedia, equipamiento sanitario o acondicionamiento de la piscina entrenamientos, lo que ha supuesto un costo de 220.845,98 euros.
