Por fin ha cumplido su sueño de poder anunciar una de las fiestas más importantes de su ciudad. Juan Miguel Martín Mena se prepara para vivir una Feria de Mayo muy especial, en la que lo hará como autor de su cartel anunciador bajo el lema de Soy Feria.
Juan Miguel Martín Mena puede presumir de ser uno de los artistas nazarenos que más carteles llevan su firma en su ciudad, Dos Hermanas. Tras haber retratado todas las grandes fiestas de la ciudad con su particular forma de hacer arte, como Semana Santa, Cabalgata de Reyes Magos, Fiestas Patronales de Santa Ana o el Festival Folclórico Internacional Nazareno, ahora le ha tocado el turno a la Feria de Mayo. Ya probó suerte en su juventud, pero ha sido a la segunda cuando su visión personal de esta fiesta le ha hecho merecedor de ser su cartelista.
Tras firmar carteles de otros eventos de la ciudad, sobre todo de tinte religioso, ¿Cómo recibió y cómo está viviendo ser el cartelista anunciador de la Feria de Mayo?
Con mucha ilusión. Para mí es un honor ganar el primer premio de este concurso. Es uno de los grandes carteles de la ciudad y tenía muchas ganas de realizarlo.
¿Era la primera vez que se presentaba al concurso?¿Quería tener una idea clara antes de probar suerte?
Pues me presenté de jovencillo, cuando aún la pintura para mí era una afición. Desde entonces, tenía esa asignatura pendiente pero mi trabajo no me permitía dedicarle el tiempo que merecía. Este año me tiré al toro y después de hacer muchos esfuerzos para sacarle tiempo, sacrificando trabajos particulares, lo conseguí. La recompensa ha merecido la pena.
Soy Feria es el nombre del cartel. ¿Lo que vemos en la obra es lo que simboliza la Feria de Mayo para el cartelista?
Es un resumen perfecto de lo que para mí es la feria. Alegría, color, elegancia… Una mirada que te invita a participar de ella. Caballos, casetas, fuegos….
El cartel es un resumen perfecto de lo que para mí es la feria
Ha convertido las creaciones a boli en su seña de identidad más personal e inconfundible ¿Cómo ha sido el proceso de creación?
A diferencia de mis obras anteriores, este es el primer trabajo en el que, después de mi clásico dibujo íntegro a bolígrafo, juego con veladuras realizadas posteriormente con tinta y alcohol para fundir colores y desdibujar siluetas. Es un proceso al que sin duda le intentaré sacar rendimiento a partir de ahora porque me ha encantado.
¿Qué hay detrás de esa figura de mujer, esas ramas de olivos y el reto de símbolos que impregnan el cartel?
He intentado que esté todo presente, desde la luz de la calle con ese cielo de farolillos en el paseo de caballos al interior de las casetas con las típicas cortinas de rayas. Las aceitunas tanto del fondo como las que asoman del ramillete de la mujer es un claro ejemplo distintivo de nuestra ciudad y su origen olivarero.
¿Qué debe tener una obra para ser un buen cartel anunciador de una fiesta como la feria?
La obra tiene que funcionar en la calle, pero un cartel no se sabe si funciona hasta que no lo ves colgado en los comercios. Una vez allí debe de llamar al espectador y conseguir que de un primer vistazo se sepa lo que anuncia y el espíritu de lo anunciado.
La mujer de su cartel es un símbolo de unión de la feria de día y la de la noche. ¿Cuál le gusta más al autor? ¿Cómo disfruta de esta fiesta?
Pues me gustan las dos y de esa forma… Día que se convierte en noche y noche que se convierte en día. Así es mi feria. Sé cuando entro pero nunca cuando salgo. Me confieso un acérrimo feriante.
