Juan José Muñoz Villadiego vive la que será su primera Cuaresma y Semana Santa como presidente del Consejo de Hermandades. A sus 65 años y tras toda una vida dedicada al mundo cofrade, afronta un mandato de trabajo y cambios en la institución para mejorarla y devolverle su sitio.
¿Se había planteado alguna vez que iba a ser el presidente del Consejo de Hermandades?
Nunca me había planteado serlo. Ha surgido como una evolución de todos los años que llevo implicado en el mundo cofrade, en el que he estado en juntas de gobierno, pero nunca en la junta superior del Consejo.
¿Cómo surge la idea de dar ese paso?
Fue el Viernes Santo de 2017. Yo iba en el cortejo de Amargura, junto a las reliquias de Santa Ángela, y Alfonso Benítez me comentó que se iban a celebrar elecciones en el Consejo y me animó a presentarme. Yo me llevé dándole vueltas a la cabeza toda la estación de penitencia y comencé a moverme.
¿Cómo lleva esta primera toma de contacto de su mandato?
Esperaba la situación en la que me iba a encontrar el Consejo, ya que es la misma en la que están las hermandades, agobiadas con muchos actos y poca gente que las apoyen. He tenido poco tiempo de reacción, saturado con los actos más inminentes y las presentaciones oficiales, por lo que quizás el año próximo se puedan proponer o hacer más cosas.
¿Qué papel cree que debe tener el Consejo?
El Consejo debe ser el ente que aglutine a todas las hermandades, para ayudar a estas a que puedan desarrollar su misión de evangelización de los cofrades. Además de coordinar las procesiones por el bien de Dos Hermanas.
Mi primera misión es recuperar la confianza de las hermandades
¿Cuál será su plan de trabajo en este mandato?
En primer lugar recuperar la confianza de las hermandades, ya que es necesaria su implicación y participación. Luego, es posible mejorar el Vía Crucis o iniciar un estudio de la Carrera Oficial para ver si son necesarias tantas sillas por tema de seguridad. También tengo que tocar el tema de la nave que tiene el Consejo en Las Portadas, ya que la idea es dejar una parte de almacén y otra para una posible acción social. En cuanto al Cartel, me gustaría que fuera una pintura para darle más realce y poder exportar nuestra Semana Santa y engrandecer nuestra pinacoteca. Además de recuperar el boletín informativo, para tener una voz exterior, y entablar contacto con las agrupaciones parroquiales para que puedan contar con nosotros y ayudarles.
¿Cómo ve la Semana Santa de Dos Hermanas?
No porque lo diga yo, pero la Semana Santa de Dos Hermanas es una de las más importantes de la provincia de Sevilla, con hermandades con solera y una imaginería que es un encanto. Es una Semana Santa vistosa, pero con recogimiento en la calle, contando con el acogimiento de la gente de la ciudad.
¿Por qué momento pasa esta celebración?
Por un momento de importante florecimiento y grandeza. A pesar de ser una ciudad muy cercana a Sevilla, los cofrades se vuelcan con ella. Y, mirando al futuro, tenemos cinco agrupaciones, de las que cuatro serán de penitencia, por lo que tendrá una evolución importante próximamente.
¿Se ha planteado los mandatos que le gustaría cumplir como presidente del Consejo?
No me lo he planteado. Me conformo con completar los cuatro primeros años y mejorar algunas cosas. Cuando me vaya me gustaría que la gente me viese como un hombre sincero y honrado que ha trabajado por mejorar la entidad.
