- Publicidad -
Inicio Memoria DH La calle del Canónigo (I)

La calle del Canónigo (I)

Una calle muy señorial

0
- Publicidad -

El nacimiento de esta histórica vía nazarena se encuentra en los años centrales del siglo XVI, y surgió sobre un pequeño camino que discurría paralelo a la principal calle del entonces lugar de Dos-Hermanas: la calle Real.
El primer documento que la menciona es el testamento cerrado que el antiguo escribano público del lugar, Francisco Sánchez, otorgó el 30 de octubre de 1557. Pocos años más tarde, aparece recogida en el padrón de vecinos confeccionado en 1570 a raíz de un juicio de residencia del asistente de Sevilla.

Con el nombre de ‘calle del Barrero’, vivían en ella treinta y siete vecinos, a saber: Juan Jenís; Diego Martín de Utrera; Francisco Martín, de origen portugués; Juan Gómez; Beatriz Hernández, viuda; Francisco Sánchez Serrano; Alonso González; Juan Muñoz; Sebastián Díaz, Miguel Sánchez; Alonso de Valdemora; Bartolomé Sánchez, ‘yerno de Alfaro’; Cristóbal García, ‘yerno de Diego Prieto’; Alonso de Rivas; Juan de Rivas; Juana Sánchez, viuda; Ana Martín, viuda; Juan Cordero; Leonor Martín, viuda; Cristóbal Jiménez; Francisco Ruiz; María Sánchez, viuda; Juan Esteban; Alonso Gil; Catalina Alonso, viuda; ‘el cuñado del francés’; María Hernández; la ‘mujer de Juan Martín’; Isabel Lorenzo; Cristóbal Díaz; Bernardo Díaz; Pedro Martín, ‘yerno de la Boyera’; Cristóbal Gordón; Francisco del Hierro; Andrés Martín Cordero, Antón Martín Cabeza; y la viuda Ana Martín.

- Publicidad -

La calle del Canónigo (I)

En la transición del siglo XVI al XVII se produce un incremento considerable de vecinos en esta calle nazarena. Tanto es así, que en el padrón realizado en 1631 con motivo de la venta de Dos-Hermanas al Duque de Alcalá de los Gazules se registra un total de cuarenta y siete casas (cuatro de ellas eran haciendas) y 256 vecinos. Por aquel entonces, personajes destacados de la villa como Tomé Rubio, familiar del Santo Oficio, el presbítero Francisco Gallegos, el hidalgo Alonso de Rivas (del que descenderá la poderosa familia de los Rivas), el alcalde mayor Pedro Vázquez de Córdoba o el alguacil mayor Hernando de Alcoba comenzaron a dar un cierto sabor ‘señorial’ a esta calle, que mantuvo hasta bien entrado el siglo XX.

A mediados del siglo XVIII, y según se apunta en el catastro mandado hacer por el Marqués de la Ensenada, la llamada calle del Canónigo poseía cuarenta y nueve viviendas, veintinueve de las cuales tenían dos plantas.

Vecinos destacados
En esta antigua calle nazarena han residido multitud de personajes ilustres que tuvieron un papel importante en la Historia de nuestra ciudad. La lista es demasiado larga, por lo que recogeremos, a continuación, los más significativos. En el n.º 3 tuvieron su residencia el III marqués de Morante y Gerardo Rabassa Cancela, este último un médico portorriqueño que llegó a Dos-Hermanas en los años finales del siglo XIX, poco antes del Desastre del 98. Y en el n.º 72 nació en 1887 el conocido Beato Fray Bienvenido de Dos-Hermanas, uno de los Hijos ilustres de este pueblo. Del mismo modo, varios alcaldes de la villa establecieron su residencia en esta histórica vía a lo largo del tiempo: José Rubio-Barbero, alcalde constitucional en 1813; Francisco Valera Aguilar [1885-1890], que vivió en el n.º 27; Francisco de Paula Baena de León Izquierdo [1897-1899] que lo hizo en el n.º 31; mientras que el polémico Antonio Valera Martín [1891-1895] residió en el n.º 80; Manuel Andrés Traver [1927-1930; 1936-1938] tuvo su domicilio en el n.º 45, y en el 44 el también médico y alcalde Federico Caro Lázaro [1909-1913]. También Juan Nepomuceno Muñoz, que además de ocupar la alcaldía constitucional de Dos-Hermanas de manera efímera en 1814, regentó la escribanía pública y del cabildo de la villa (1800-1819), residió en esta calle. Otro destacado médico de finales del siglo XIX, Ricardo Flores Santamaría (gran aficionado al teatro, por cierto) fue vecino de la calle del Canónigo, al igual que doña María del Rosario Espinosa de los Moteros, sucesora de Francisco de Pedrosa en el marquesado de Dos-Hermanas, aunque nunca llegó a ostentar tal título. Cerramos esta nómina de vecinos ilustres con Manuel Herrero Velázquez, uno de los primeros en traer el cinematógrafo a Dos-Hermanas, que vivió en el n.º 37, una de las esquinas de los Cuatro Cantillos.

Andado el tiempo, en el padrón general de la contribución de 1819 se recogen tan sólo cincuenta casas. Es entonces cuando se registran los primeros negocios en esta calle (nunca ha sido ésta una calle eminentemente comercial): las panaderías de Juan Ponce y de Juan García del Viso, el horno de la viuda de Juan de Rivas, la tienda de aguardientes y vinos de José Lázaro García, la tienda de Juana Aguilera, y la tienda de mercadurías de Domingo Sánchez.

La calle del Canónigo concluyó el siglo XIX con 238 almas y sesenta y tres viviendas, siendo una de las principales vías de la población, muy transitada por toda clase de carruajes, y especialmente ‘mimada’ por las autoridades locales. Casi todos los años era reparada, como ocurrió en noviembre de 1885 o en abril de 1902, por poner sólo unos ejemplos. Y, por supuesto, fue una de las pocas vías ‘agraciadas’ con farolas (de muy sencillas formas) cuando en 1903 se instaló en Dos-Hermanas el alumbrado público eléctrico, aunque bien es verdad que esas farolas se colocaron únicamente en el tramo comprendido entre la actual plaza del Arenal y la esquina de la calle Lamarque de Novoa.

La calle del Canónigo (I)

¿Qué nombres tuvo?

Muchos han sido los nombres que ha tenido la actual calle del Canónigo desde su aparición allá por el siglo XVI. A mediados de esa centuria era conocida como calle del Barrial o del Barrero, debido al mucho barro que allí se acumulaba tras las lluvias. En los últimos años del Quinientos llegó a ser conocida como calle ‘de la Francesa’, pero pronto tornó su nombre por el de calle ‘del Canónigo’. Con tal denominación aparece por vez primera en una escritura de venta de casa fechada en 24 de enero de 1591. Pero, ¿a qué canónigo hace referencia?

Muy posiblemente se trate de don Diego Godo Mexía, rico canónigo sevillano con numerosas propiedades en nuestra localidad, una de ellas, precisamente, en esta histórica vía. Mantuvo este nombre hasta que en 1891 los capitulares nazarenos deciden llamarla calle Valera Gómez, en honor a Manuel Valera Gómez (1837-1891), concejal que había sido en el consistorio y dueño del primer almacén de aceitunas que hubo en Dos-Hermanas. Sin embargo, poco tiempo duró esa denominación, pues tras la llegada de la coalición carlista-conservadora al consistorio, ésta decidió hacer unos cambios en el nomenclátor nazareno. Y esta vía pasó a denominarse ‘Sagrado Corazón de Jesús’ en 1900. Sin embargo, en 1906 volvió a trocar el nombre de la calle.

En esta ocasión se le impuso el de ‘Reina Victoria’, por la reina Victoria Eugenia de Battenberg, esposa de Alfonso XIII. No sería éste, ni mucho menos, el último cambio en la denominación de la calle. En 1931, tras la proclamación de la II República, se le retira el nombre de la reina y toma el del general Cabanellas. Seis años después, en 1937, se le impone el nombre de ‘General Franco’, por ser ésta una de las principales calles de la población. Finalmente, en 1980, durante el mandato del recordado Manuel Benítez Rufo, la calle recuperó su tradicional nombre: ‘del Canónigo’.

La calle del Canónigo (I)

- Publicidad -

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Salir de la versión móvil