Momento histórico el que ha vivido Dos Hermanas con la visita de la Selección Española de Waterpolo Femenino para disputar la primera jornada de la Liga Mundial contra la Selección de Rusia, en el C.M. Acuático y Deportivo de Montequinto. España, actual subcampeona del mundo, jugaba su primer partido de grupo contra el potente combinado ruso, bronce en el mismo campeonato, y decidieron hacerlo en esta ciudad, sabiendo que iban a contar con el apoyo de la Delegación de Deportes del Ayuntamiento de Dos Hermanas.
Lo que no imaginaban es que iban a sentir tanto calor y cariño de los vecinos nazarenos y nazarenas, que desde que llegaron el lunes por la mañana, no han dejado de animarlas y apoyarlas en los diferentes actos que se han realizado, mostrando todo el equipo de la Selección su agradeciendo tanto a la Delegación de Deportes como a la afición nazarena todo el esfuerzo realizado y todo el afecto que han sentido.
La Selección Española realizó los entrenamientos del lunes por la noche y martes por la mañana a puertas abiertas, con numerosas personas en las gradas, que hacían prever, que no se iba a caber durante el partido, como así ocurrió, no sólo se llenaron las gradas, sino que también las supletorias instaladas para el encuentro a pie de piscina.
De esta manera, las más de 600 personas que animaron durante todo el partido, llevaron en volandas a la Selección hasta un final de partido agónico, en el que a falta de 38 segundos para la finalización del mismo, con el marcador reflejando empate a 8, la española Anni Espar, lanzó una perfecta vaselina que se coló en la portería rusa, llevando el delirio a las abarrotadas gradas que no paraban de animar. Aún quedaba tiempo para un ataque ruso y la afición nazarena, al igual que había hecho durante todo el partido, puso su granito de arena con sus ánimos para dar ese último aliento a la defensa española y llevarla en volandas a una victoria épica en la primera jornada de la Liga Mundial.
En el descanso, un grupo de baile de las Escuelas Deportivas Municipales amenizó el mismo, contagiando con sus bailes y ritmos a todos los asistentes, que se unieron a ellos, manteniendo la fiesta en las gradas.
