1927-1996. Réquiem por un viejo ayuntamiento

Con sabor a pueblo

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Hace poco más de veinte años la piqueta acabó con la vieja casa consistorial, testigo mudo durante el último medio siglo del devenir y vida cotidiana de los nazarenos, desde su privilegiada situación en la plaza de la Constitución

Daba el antiguo edificio del Ayuntamiento a la plaza principal de la población un genuino “sabor a pueblo”, a la vez que cierta prestancia. Las trazas de su fachada se debieron al gran y olvidado arquitecto regionalista sevillano Juan Talavera Heredia (1880-1960). En esta ocasión, recordaremos las etapas que vivió este singular edificio nazareno desde su construcción hasta su derribo en las postrimerías del pasado siglo.

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1927-1938

“Dos-Hermanas debe poseer una casa Consistorial que pueda hablar alto, con su aspecto, de la importancia, cada vez mayor que va adquiriendo en los distintos órdenes de su vida”. Estas líneas, recogidas en la Revista de Feria de 1927 reflejan a la perfección el pensamiento del alcalde Joaquín Varo Jiménez [1925-1927]. Se acercaba la Exposición Iberoamericana de Sevilla y Dos-Hermanas continuaba teniendo un edificio de líneas toscas y sencillas como sede de su Ayuntamiento.

Por esta razón, Joaquín Varo decidió acometer obras de reforma (1926-1927), que dieron como resultado el consistorio que podemos ver en la fotografía. De dos plantas, la puerta principal daba nuevamente a la entonces plaza de Alfonso XII. Cuatro ventanas y un balcón daban también a la referida plaza, todas ellas decoradas con artístico herraje, obra del herrero local Juan Gómez Peraza. Sobre el balcón principal, un artístico frontón triangular que contenía el escudo de armas de la Nación, y cuya corona sería retirada tras la proclamación de la II República en 1931. Por fin tenía Dos-Hermanas unas Casas Consistoriales dignas.

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1938-1945

La población de Dos-Hermanas crece y con ella las propias necesidades de su Ayuntamiento, por lo que se hace necesario la ampliación del edificio consistorial. Para ello, entre otras cosas, se decide anexionar la antigua Casa de Socorro, ubicada junto al Ayuntamiento y sin uso desde que en 1937 se abriera en la calle Santa María Magdalena el que se llamaría oficialmente Hospital Municipal San Fernando (aunque en el pueblo siempre se le conoció como Casa de Socorro). Y en la sesión celebrada por la Comisión Municipal el 3 de enero de 1938, se leyó el proyecto de reforma del consistorio obra de Juan Talavera. Lo que se pretendía, principalmente, era dar un aspecto homogéneo al conjunto de edificios que conformaban en ese momento el Ayuntamiento (la antigua Casa de Socorro y el consistorio en sí).

Esta fotografía, tomada el día del Corpus Christi (25 de julio) de 1939 desde la torre campanario de la iglesia de Santa María Magdalena, muestra el estado en que se encontraban las obras de reforma del Ayuntamiento. Se aprecia la construcción de los arcos de acceso y de la galería superior, ubicados sobre el solar donde se levantaba la Casa de Socorro. Aún se observa, por otra parte, la puerta principal del Ayuntamiento originario y su frontón con el escudo nacional sin la corona. Las obras se prolongaron en el tiempo, con desesperación de Talavera, debido a diversas complicaciones.

Finalmente, el 24 de abril de 1945 se aprobó un proyecto de terminación de las obras de las Casas Consistoriales, redactado por Antonio Delgado Roig y con un presupuesto de 148.014,53 pesetas. De esta forma se pudo concluir el proyecto que inició Talavera, quedando el edificio con la imagen que todos recordamos.

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1945-1996

Tras las obras de reforma, la Casa Consistorial comenzaba una nueva etapa, volviendo a estar en consonancia con la importancia que estaba adquiriendo la localidad, en buena parte, gracias a la industria de la aceituna. En 1946 se coloca en una de las ‘torres’ de la fachada principal el azulejo de la Patrona Santa Ana, que hoy podemos admirar en el patio de la capilla de la Patrona. Por otro lado, volvieron a crecer las necesidades administrativas, por lo que se hizo perentorio ampliar el edificio. De ahí que en diciembre de 1975 se alquilase a Carlos Delgado de Cos la casa situada junto al consistorio, vivienda que fue construida en 1938 por el propio Juan Talavera. Y en julio de 1986 se incorporó la casa n.º 8 de la calle Lamarque de Novoa, propiedad de Cecilia Núñez Olmedo. La última anexión tuvo lugar en 1990, cuando el consistorio adquirió la casa situada en la calle Nuestra Señora de Valme, de José Martínez Ramos y que hacía esquina con Lamarque de Novoa.

1996

Las Casas Consistoriales llegaron a esta fecha como un conjunto de diversos edificios, conectados entre sí y con una bella y regionalista fachada principal. De hecho, esa fachada era lo único homogéneo que tenía ese conjunto, caracterizado este último por su absoluta falta de funcionalidad y desaprovechamiento de espacios. Estas serían las causas que motivaron su derribo en 1996 y la construcción del actual edificio, inaugurado en 1998. En esta fotografía vemos el impresionante aspecto que presentaba el solar tras el derribo. El nuevo y actual edificio, por fortuna, mantiene en cierta forma el diseño ideado por Juan Talavera.

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