Pasé horas y horas de entrenamiento, madrugué para ir a competiciones, sentí nervios, muchos nervios; he llorado de dolor por el esfuerzo y por mi más conocida lesión, pero mucho más de risas, de alegría sobre todo cuando conseguía mis metas después de meses atrás de preparación.
Como bien dice el refrán ‘todo esfuerzo tiene su recompensa’; y mi recompensa fue en forma de persona, persona muy especial para mí… mi entrenador, mi amigo… hoy quiero darte las gracias a ti, Lucas Conesa, por ayudarme a subir tres veces a un pódium nacional y no sé cuántas veces a uno de Andalucía y ya ni decir regionales… logros, medallas, diplomas, premios, experiencias, recuerdos irrepetibles, sensaciones únicas y victorias que supieron a gloria son también parte de ti.
Has sido quién supiste sacar lo máximo de mí y te lo agradezco enormemente.
Para mí siempre serás un gran ejemplo, y gracias, una vez más, por tu paciencia, apoyo, sinceridad, ganas y por tu gran confianza.
Formar parte del mundo de natación durante una parte de mi vida será para siempre mi mejor acierto. ¡Te quiero Lucas!
