(1.) Los alumnos y alumnas que hayan obtenido una evaluación, positiva en todas las materias, o negativa en un máximo de dos, siempre que estas no sean de forma simultánea Lengua Castellana y Literatura, y Matemáticas, obtendrán el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria.
Sin perjuicio de lo anterior, para obtener el título será preciso que el equipo docente considere que el alumno o alumna ha alcanzado los objetivos de la etapa y ha adquirido las competencias correspondientes. (BOE nº 132, sábado 3 de junio de 2017, sec. I. pág. 45398). Esto dice la normativa.
Al acabar la sesión de evaluación (4º ESO), queda la duda de haber aplicado la norma de forma correcta, teniendo en cuenta que hay varios alumnos/as que no superan Matemáticas y otra más (no Lengua), considerando que deben ir a septiembre. Consultada la Inspección Educativa, se nos informa de que no estamos ante situación de promoción sino de titulación, por tanto, dichos alumnos/as titulan en junio (sin tener que intentar superar lo pendiente en septiembre), por supuesto sin tener en cuenta siquiera el criterio del Equipo Educativo.
Consecuencias para el curso siguiente: tendremos alumnos/as que abandonarán asignaturas que no les interesen, no les apetezcan cursar, o les parezcan complicadas (Matemáticas o Lengua y alguna más), sabiendo que en junio obtendrán el título de ESO.
La Administración Educativa y sus puertas traseras para la obtención de títulos, y así enmascarar las lamentables cifras de fracaso escolar, Administración a la que no le importa en absoluto ese concepto denostado del esfuerzo, ellos siguen a lo suyo, fomentando la mal entendida Atención a la Diversidad que confunden con “Atención a la Mediocridad”.
Mientras tanto sigamos enredados en cortinas de humo, los problemas de la Educación han venido siendo la Religión, Educación para la Ciudadanía, que si ponemos muchos deberes, ahora toca lo del calor que hace en los centros escolares, como si esto fuera nuevo. Pero estos no son los problemas reales, son otros mucho mayores, que parecen no interesarles a nadie. Aunque sí al profesorado.
