“Hablo ahora porque me han echado”, de esta forma ha justificado la concejala del Partido Popular, Cristina Alonso su comparecencia ante los medios de comunicación para explicar la difícil situación que viene viviendo en el grupo municipal del PP desde las pasadas Elecciones Municipales.
“Tiene que ser ahora, antes de las Elecciones Generales, porque me he visto abocada a hacerlo”, sentenciaba, refiriéndose a la última notificación recibida el pasado día 9, excluyéndola de todas las comisiones de trabajo del grupo en el Ayuntamiento,a demás de no contar con ella para el comité de campaña del 26J. Algo que ha venido a colación, ha recordado Cristina, “a que me quitasen de la portavocía del grupo, sin consenso, reunión previa ni firma por mi parte”.
Pero Cristina ha realizado un relato más pormenorizado y detallado, extendido en este último año, que la ha llevado a presentar varias denuncias en el Juzgado nº 1 contra un afiliado base del partido y dos compañeros de grupo por delitos de acoso laboral, hostigamiento y amenazas, denunciando además que se hayan investigados ciertos datos de su vida personal.
Aunque las primeras confrontaciones en el partido llegaron con la configuración de la lista electoral de las Municipales de 2015, fue después de los comicios, añadiendo Cristina, tras la denuncia de Manolo Varela por un supuesto delito de extorsión, en la que ella aparecía como testigo, cuando comenzó el proceso, que ella ha estructurado en cuatro fases.
En una primera, según siempre los datos de la concejala, se la invitó a dejar su acta como concejal por los malos resultados electorales, alegando Cristina que lo hacía si el coordinador de campaña, Luis Alberto Paniagua, también dejaba el suyo, algo que nunca ocurrió. En una segunda fase se pide que deje la portavocía, “por mi falta de experiencia en la política municipal”, cuando ahora, apostilla, “han nombrado a Mª Carmen Espada”.
En una tercera fase, Cristina denuncia que no puede hacer grupo, ya que no acudían sus compañeros a las reuniones convocadas o “se me quitaba de las fotos y no aparecía en la promoción de los concejales que el partido hacía en redes sociales”. Recibiendo por parte de sus compañeros, según Alonso, comentarios del tipo “que soy una niñata, que se ríen de mí, que hago el ridículo o que me quedan dos telediarios”. Apartando del partido, prosigue, “a gente que se ha acercado a mí o se le ha prohibido que me hablen”.
Los que se quedan, según la concejala, “son los que increpan o le siguen el juego”, pero “a mí no me gusta esa forma de hacer política. Yo vine para limpiar el partido pero me tengo que desvincular para no salir manchada”, aunque asegura que no va a renunciar a su acta de concejala, por lo que “voy a seguir ayudando a los vecinos que lo necesiten, no sé si en el grupo popular o en el grupo mixto, sino me ofrecen otro tipo de solución”.