Quiero dar mi opinión del tema del separatismo catalán, hoy tan en boga, pero en nuestro habla andaluz y más concretamente con términos de nuestro idioma local, el nazarenum. Para ello le hemos birlado por el procedimiento del tirón algunos términos al diccionario del habla nazarena de nuestro amigo Antonio M. Barbero Radío, escritor, excelente profesional de enfermería y mejor persona. De algunas palabras hago aclaración por si no se entienden, con la venia del Sr.Barbero.
¿Esta usted hasta la coronilla del infumable asunto de la independencia de los països catalans? Yo también. Estamos bardaos y hasta la corcha de tanto separatismo. Creo que todo eso de los països catalans no es más que una trola montada sobre una enorme manipulación histórica, con el 90% de las razones inventadas. Cómo será ese tío con nombre de adjetivo suavón que no hace na más que poner el mingo, un día tras otro en una carrera inexplicable de sombras y engaños hacia ninguna parte, como si de una fatídica carrera en pelo se tratara. El Mas y compañía están continuamente tasneando (buscando la forma de hacer algo) a ver de que manera nos siguen toreando y birlándose el manso, que es lo que de verdad les gusta: esnuarnos y dejarnos sin manteca y decir que España nos roba, que es lo único que han sabido hacer con maestría estos años, llevárselo calentito a cascaporro y encima tildarnos de flojuna barata y de estar todo el día de jo y co (estar de fiesta y cachondeo).
Estos catalanes independentistas, que no son todos obviamente, se han cargao bien la jangá y aquí nos tienen como útiles jarconeras (utilizada a todas horas), con cara de tonto con balcones y sin que nadie por desgracia les meta los palos en candela, que es lo que se merecen, estos tragambúos (glotones,golosos) insaciables que siempre están llorando y pidiendo más por menos.
Ahora quieren la independencia y con la pelúa que está cayendo nos quieren imponer a las trágalas (en contra de la voluntad) y por cojones todos sus sueños imperiales, porque después querrán el Pais Valenciá, las Illes ballears, Murcia, Aragón y dar el salto a los Pirineos, como hizo Aníbal, sin elefantes pero con los indinats caganers como avanzadilla.
Todo esto del separatismo no es más un buen lanéo a la decencia y al sentido común y cuando se pierde la chorla ¡ay amigo mío! se hacen las locuras más dispares, esas que se suelen hacer cuando uno ya no está bien arvellanao (conservado para la edad), los pinreles camballean y tasneando, tasneando se llega a la locura en la que nos están metiendo este atajo de iluminados aldeanos, que la iluminación de los infieles se queda en pañales, y se la siguen fumando en pipa porque no se enteran que ahora existe una aldea global y una Europa sin fronteras.
Ay pícaro narcisista, tragambúo y suavón que quieres la independencia por cojones y por doblón (a la fuerza), ¿qué tienes en la mollera que acojonados estamos con motivo y con razón, pero… si estáis tan hartos de coles, martinitos del dolor, que en juntiña zapatúa (estropeada), una juntiña muy atroz, estáis ensuciando el buen nombre de España ¡ay qué pena, qué dolor! pero con la despensa llena, llena de división, odio y rencor.
